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Los 17 indicadores clínicos de Estrés Postraumático en la violación del alma y el abuso emocional psicopático
1. Sensación constante de peligro o amenaza
Vivencia de amenaza y de peligro continuo consistente en:
• la pérdida de tu relación con hijos o tu familia
• la ruina de tu carrera profesional
• la pérdida de tu propia salud
• las pérdidas económicas
• la pérdida de tu relación matrimonial o de pareja
2. Depresión reactiva
Se trata de una reacción de depresión que tiene su origen en actos de abuso, maltrato y traición reales de tipo externo.
La sensación de abatimiento o depresión lleva a la víctima a frecuentes pensamientos suicidas, intentos de suicidio o incluso al suicidio consumado.
Se suele evaluar a menudo de manera incorrecta una depresión en las víctimas de violación emocional. En estos casos la depresión existe pero es reactiva y por efecto de un tipo de abuso emocional, manipulación y abandono por los cuales la víctima ha ido desarrollando la indefensión psicológica.
3. Inconsciencia o ingenuidad: reacción poliánica (no me lo puedo creer) o de negación
La víctima no suele ser consciente del problema del abuso hasta que es demasiado tarde y los daños han aparecido en le esfera económica, emocional y psicológica.
Pasa mucho tiempo antes de tomar consciencia del abuso emocional. No admite fácilmente que la fuente de sus males se encuentra en una pareja que manipula y abusa malintencionadamente, que muy difícilmente puede ser considerada como una persona normal.
Las reacciones poliánicas le hacen ser reticente a admitir que su pareja posee una moral dudosa o una personalidad psicopática.
La víctima se encuentra aturdida, desconcertada, confusa y, finalmente, aterrorizada de descubrir lo que la verdad oculta.
4. Invasión de visualizaciones recurrentes o flashbacks
Experimenta de manera regular la invasión de recuerdos de los abusos, malos tratos, chantajes, mentiras, decepciones y violencia psicológica de todo tipo padecidas a manos de su psicópata abusador.
Se suscitan esos recuerdos a partir de cualquier estímulo que se relaciona con el abusador; de ahí que cualquier contacto con él o con algo que le recuerde a él se vuelve un estímulo desencadenante de todo tipo de reacciones emocionales.
Los hechos traumatizantes de la relación de pareja se rememoran de un modo intenso y doloroso como si se visionara una moviola o un video una y otra vez de modo repetitivo y cuasi-obsesivo.
Las víctimas suelen encontrase soñando despiertas, sufriendo emocionalmente lo mismo que si estuviera ocurriendo en el presente, mientras visualizan mentalmente esas escenas que pasan dentro de su mente una y otra vez.
Es necesario trabajar este síntoma con la técnica EMDR.
5. Vivencia de pánico o terror
Reacciones de angustia, miedo, terror, ansiedad crónica e incluso ataques de pánico a consecuencia de cualquier asociación consciente o contacto con el psicópata personal: recepción de llamadas telefónicas, Watsapp, e-mails...
Se producen de ese modo en las víctimas crisis de ansiedad, ataques de pánico, palpitaciones, temblores, sudoración, escalofríos y todo tipo de reacciones psicosomáticas.
6. Dificultades o imposibilidad de emprender nuevas relaciones afectivas o de pareja
La persona cree que no es capaz de volver a fiarse de nadie o proyecta en sus parejas potenciales aspectos que se derivan de la personalidad abusadora de su ex psicópata.
Los sistemas de confianza quedan devastados y la capacidad de confiar en otros seres humanos desaparece casi por completo (ver supra la hipervigilancia).
7. Alteración de la memoria y amnesia defensiva
Deterioro, embotamiento intelectual y pérdidas de memoria.
Fallos en la memoria con incapacidad para recordar cosas que previamente no revestían dificultad para la víctima. Resulta afectada en especial la memoria a corto plazo.
El fenómeno de la amnesia perversa explica que, a pesar del sufrimiento y de la destrucción, la víctima solo recuerda lo bueno de su abusador y olvida sus abusos y manipulación.
8. Pérdida de la capacidad de concentración
La capacidad de concentración se ve afectada e impide a la víctima de modo efectivo preparar su defensa legal, estudiar, trabajar o rendir intelectualmente.
9. Focalización y obsesión
La víctima se focaliza en el abuso que ha sufrido, con exclusión y eclipsamiento de todas las demás esferas vitales de su persona.
El abuso y los sucesos traumáticos sufridos pasan a ser el tema en torno al cual gira toda su vida.
Las rumiaciones obsesivas pueden llegar a ser continuas. Todas las demás áreas de interés personal que la víctima tenía anteriormente desaparecen.
10. Aislamiento social, personal y profesional
Aislamiento, retirada e introversión. La víctima prefiere estar aislada, sola y evita el contacto social.
Las situaciones sociales le resultan penosas por tener que “aguantar el tipo” y no poder contener el llanto, la tristeza o la ansiedad.
La vida social queda restringida al máximo.
La incapacidad psicológica de interaccionar socialmente de forma adecuada hace aún más profundo el trauma y complican la recuperación.
11. Anhedonia. Incapacidad para experimentar placer o alegría
Se caen la mayoría de los reforzadores de la vida de la víctima. Nada le da alegría. Nada de lo que antes le agradaba le interesa. Ya no es capaz de disfrutar de cosas o situaciones que antes del abuso disfrutaba.
Este síntoma resulta enormemente peligroso pues, caídos todos los elementos de refuerzo y gratificación en la vida de la víctima, esta cae frecuentemente en ideación suicida.
12. Insensibilidad o despersonalización
Amortiguamiento de la afectividad hacia otras personas y despersonalización en las relaciones afectivas. De un modo muy especial desaparece el impulso sexual y la conducta exploratoria con nuevas posibles parejas.
No se intenta nada y con ello las probabilidades de rehacer una relación afectiva con alguien disminuyen.
13. Abandono personal y profesional
La víctima deja de cuidarse. Se abandona físicamente. Se alimenta poco o mal. Deja de comer, de asearse o de cuidar de su apariencia física.
Tendencia a abandonar también la dedicación al trabajo o la profesión. Muchas víctimas tienden a abandonar prematuramente sus puestos de trabajo o sus carreras profesionales. Sienten que no pueden más y no pueden seguir adelante.
14. Insomnio retrógrado o despertar temprano
Se despierta en medio de la madrugada y ya no puede conciliar el sueño.
Si consigue dormir, el sueño no es reparador.
Al levantarse, la víctima se encuentra más cansada que al acostarse.
Los sentimientos depresivos empeoran por la mañana, con la sensación de que la jornada se le echa encima como algo insoportable. Los días, e incluso las horas o los minutos, se les hacen interminables.
15. Irritabilidad y hipersensibilidad a la crítica
La víctima está permanentemente irritada y explota por las cosas más nimias o los acontecimientos más irrelevantes. Se producen incidentes críticos con miembros de su familia, amigos y compañeros de trabajo.
Estos incidentes complican su imagen pública ante los demás, degradándola.
Se vuelve hipersensible a cualquier crítica.
16. Hipervigilancia
En permanente situación de evitación, lucha o escape, el psiquismo de la víctima se convierte en un radar en alerta permanente ante el menor estímulo ambiguo que pueda resultar nocivo o amenazador.
Se vuelve precavida y desconfiada en las relaciones personales y sociales.
Puede parecer paranoide y desconfiada ante todo el mundo como resultado del daño.
17. Ideas suicidas, acerca de la muerte o del morir
La víctima sufre tanto emocionalmente que se le presentan ideas de acabar con todo, matarse o atentar contra su vida, para acabar y huir del dolor afectivo y emocional.