XXXIII

Mi padre murió aquella noche mientras dormía. Yo estaba al lado de su jergón y le puse la sábana de seda por encima del rostro. Está en paz, espero que en la gloria, en el más allá que alguno de sus dioses tiene para los guerreros.

Lo que ha de ser del resto de nosotros, no lo sé.

VERONICA TENAMAXTZIN DE POZONALI

(Estilo: escrito a mano con elegante caligrafía femenina).