Ver esta novela acabada ha sido posible gracias a un importante trabajo en equipo. Tal como Lucía, Frida, Marta y Bea demuestran a lo largo de estas páginas, es muy importante formar parte de un equipo, tener a personas cerca que te motivan cuando los días están nublados y te felicitan en los más brillantes, porque lo compartido es… dos veces bueno.
Así que tengo que dar gracias a muchas personas y es posible que me deje a otras tantas porque mi despiste me empuja a ello, pero ellas ya me conocen demasiado bien como para que les sorprenda.
Empezaré por mi familia: mis padres, los que me han dado absolutamente todo para poder llegar hasta aquí. Todo buen hijo/a se ha peleado con su madre por tratarlo como a un crío/a, pero… mamá (jamás pensé que diría esto), gracias por hacerlo y también por ver más allá que yo. Papá, sigues estando con todos nosotros cada día.
Gracias a mi hermano, David, por inspirarme querer llegar tan lejos como él: con unos padres como tú y Laura, Eric se convertirá en un ser formidable. A mi abuela, Concha, por contarme cientos de cuentos a los pies de mi cama antes de dormir: tu imaginación espantaba todas mis pesadillas. A mis tíos, José Luis y Mari Carmen, por todos los veranos en Navacerrada rodeada de alegría y juego, recuerdos que siguen presentes en mi memoria. A Carmen y Félix, por seguir siendo jóvenes pasados los ochenta.
Juanjo, eres la persona más impresionante que he conocido nunca. Tengo que darte las gracias por tantas cosas… por prestarme tu oído, por motivarme en todo lo que emprendo, por quererme tanto... Uἀ, la lista sería inmensa.
Gracias a Alba (mi sobrina de 16 años), que tanto me ha ayudado a evocar una época que me quedaba ya algo lejana. Gracias a Mercedes, por haber criado a una hija tan increíble.
Minerva y Judith, amigas, habéis tenido un papel de lo más activo. Mil gracias por aconsejarme siempre para bien, dentro y fuera de esta novela. Cris, Júlia, Evelin, Iratxe, Tere, Nerea y demás amigas y amigos… todos sois fundamentales, porque formáis parte de mi historia y podríais ser cualquiera de los protagonistas de esta novela. Alberto, tus lecturas fueron de lo más valiosas.
Por supuesto, no puedo olvidarme tampoco del equipo de Montena, por darme esta bonita oportunidad. Gemma y Maria, habéis tenido mucha paciencia conmigo, con vuestros comentarios y lecturas… Habéis hecho un grandísimo trabajo, millones de gracias. Tampoco daré las gracias lo suficiente a otra editora de Random House Mondadori que me tuvo presente llegado el momento, Alix: nada de esto habría sido posible sin tu confianza.
¡Gracias a todos siempre!