53

Me dispuse a esperar. Parecía casi una repetición de la noche anterior, pero entonces estaba llena de esperanza y ahora tenía un terrible presentimiento.

Kevin telefoneó y tampoco esta vez contesté. No podía afrontarlo. Dijo que llegaría a las diez de la mañana en el puente aéreo de Boston. Nos veríamos entonces. Mañana lo sabría todo.

Entonces apareció Jacqui; había comunicado la noticia a Joey Morritos. Su presencia no era una buena señal.

Meneó la cabeza.

- Adiós a la dopamina.

- ¡Oh, no!

- Oh, sí. No quiere saber nada del asunto.

- ¡Por Dios, como si él no hubiera tenido nada que ver con él! ¿Estuvo desagradable?

- No, simplemente el Joey Morritos de siempre sin dopamina.

- Desagradable entonces.

- Sí, supongo que sí. Yo sabía que no iba a gustarle la noticia, pero esperaba que… ya sabes.

Asentí con la cabeza. Sabía. Se dejó caer en el sofá y lloró mientras yo farfullaba qué pedazo de cabrón era. Al cabo de un rato empezó a reír sin dejar de llorar.

- Por Dios, Joey Morritos -dijo, secándose las mejillas con el canto de la mano-. ¿En qué estaba pensando cuando me enamoré de él? A eso lo llamo yo complicarse la vida. Y sabes una cosa, Anna, tendrás que ser mi pareja durante el embarazo. Tendremos que ir a clases de preparación para el parto y las demás parejas heterosexuales pensarán que somos Chicas Alegres. -Hasta se tomó la molestia de decirlo con acento indio.

- Eres una jabata.

- Soy una imbécil y ni siquiera puedo ahogar mis penas en alcohol. Pon Dirty Dancing, ¿quieres? Será mi único consuelo durante los próximos ocho meses. No puedo beber, no puedo fumar, no puedo pasarme con el azúcar, no puedo comprar ropa bonita ni tener sexo. Los únicos hombres que querrán acostarse conmigo serán bichos raros a los que les ponen las mujeres embarazadas. Solo me quedan las películas melosas. ¿De quién es el mensaje?

Yo estaba en el suelo, buscando el DVD.

- ¿Qué?

- La luz de mensajes parpadea.

- Oh, de Kevin. Mañana viene a la ciudad.

Me sorprendió la naturalidad con que lo dije. No podía contarle a Jacqui lo que estaba pasando. Ya tenía bastante con lo suyo.

Cuando se marchó, me metí en la cama, me dormí -más o menos- y me levanté muy temprano con la sensación de que iban a ejecutarme.

¿Hay alguien ahí fuera?
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml