HISTORIA FAMILIAR
Mis padres dejaron de quererme mucho antes de abandonarme en la granja.
Su amor siempre se ha visto condicionado por el pelo con el que nací, por mi forma de correr, porque ambas cosas eran indicios de lo que acabaría siendo.
Y, entonces, cuando a los doce años me transformé por primera vez, su amor se esfumó completamente.
Fue el mismo año en que murió Jordan.
Mis padres seguían diciéndome que me querían, me daban un beso de buenas noches, me permitían vivir en su casa y seguían alimentándome, pero todo era fingido: solo estaban esperando el momento oportuno para deshacerse de mí.
Durante cinco años he vivido la sombra de una vida con la sombra de unos padres y ni siquiera lo sabía.
Pero sí que lo sabía.
El problema es que me negaba a admitirlo.
Aunque ellos tampoco lo admitieron nunca. Me abandonaron.
¿Quién es el peor mentiroso?
¿Yo o ellos?
¿Mentir sobre el amor no es la peor de las mentiras? ¿No es mucho peor que todo lo que yo he hecho?