HISTORIA ESCOLAR
Los chicos blancos siempre se sientan juntos. Los chicos blancos y ricos, claro.
Nuestra escuela es pequeña, progresista y cara. No tanto como las escuelas de la parte alta de la ciudad, pero tampoco es gratis. Salvo para los becados, quienes, en su mayoría, no son blancos. Les pagan la matrícula y ellos solo tienen que comprar los libros. Casi nunca vienen de excursión.
La mayoría de los chicos blancos no creen en Dios; la mayoría de los nuestros, los chicos negros, sí son creyentes.
Yo estoy indecisa, atrapada en algún lugar intermedio. Podría decirse que me ocurre lo mismo con todo lo demás: medio negra, medio blanca; medio chica, medio chico; tirando con media beca.
Estoy en la mitad de todo.