Exploradores como nos gustan.

Voy a visitar a los pingüinos y les ofrezco un concierto de fonógrafo. Ya lo habíamos hecho varias veces con éxito, pero esta vez el efecto sobrepasa todo lo imaginable. Les hago escuchar «Ouvre tes yeux bleus, ma mignonne», que mi excelente amigo Lassalle había cantado expresamente para nosotros antes de la partida, y parecería que los pingüinos saben apreciar el talento de este gran artista, puesto que uno de ellos trató de meterse dentro de la bocina, probablemente para escuchar mejor. También quise grabar la voz y los gritos de los pingüinos, pero el resultado fue casi nulo.

Jean Charcot, Autour du Póle Sud.

En el paradero de Senas la sorpresa de descubrir gabinetes techados para las comidas de los turistas.