AGRADECIMIENTOS

Estoy en deuda con quienes leyeron las primeras versiones de Esa sutil tormenta, y sugirieron recortes y mejoras cruciales: Anne Collins, editora de Random House Cana da; mi representante, Helen Heller; Julia Wisdom, editora de HarperCollins; y Marian Wood, editora de Penguin Putnam.

También quiero dar las gracias al sargento primero Rick Sapinski de la Policía de North Bay, quien generosamente me brindó información sobre los métodos policiales de investigación; a Daniel Johnson, responsable de una investigación exhaustiva; y a The Writers Room de Nueva York.

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12/07/2014