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A principios de los años 50, en momentos febriles de la “guerra fría”, el Gobierno de los Estados Unidos decide enviar a la Unión Soviética una compañía lírica de muy buen nivel, que representará en gira Porgy and Bess de Gershwin. La jugada de propaganda es transparente: ópera norteamericana, compositor judío, personajes y elenco negros. The New Yorker elige al todavía joven Truman Capote como cronista, previsiblemente alerta e irónico, del acontecimiento; sus notas para el semanario serán luego reunidas en el volumen The Muses are Heard.
Entre los episodios que en aquel censurado decenio no podían publicarse estaría el siguiente. Capote quiere obtener un atisbo de la vida homosexual en la Unión Soviética y no sabe a quién dirigirse como guía. En una recepción oficial observa a un anciano muy amanerado que le parece un informante posible. Pregunta quién es, le dicen que se trata de un viejo maestro de ballet, memoria viviente de coreografías clásicas, cultísimo, políglota. Los presentan y, apenas quedan solos, Capote aventura una pregunta: “How does that happen here?”. La réplica llega inmediata, tajante, cada palabra una octava más aguda que la anterior, hasta una cima de alarma seguida por un brutal descenso: “That - simply - DOESN’T - E X I S T - here!!!”.
Fuente: oral, Pancho Murature, Buenos Aires, c. 1972.