de transmisión número dos en cumberland avenue en cleckheaton la atractiva anita bird el lunes cinco de agosto de mil novecientos setenta y cuatro el día en que clive me escondió todos los zapatos me agarró del pelo y me hundió la cabeza en un cubo de agua fría estaba pirado y le habían aconsejado que no se acercara a las mujeres al menos en cinco años pero me había comprado una tele en color e hicimos las paces aunque yo le tenía miedo y había estado llorando un poco en la capilla mientras traía las sábanas de fuera y las doblaba en la cocina el gatito se escapó así que salí a buscarlo y lo vi salir de las sombras de la oscuridad bien vestido con olor a jabón y aspecto de camarero italiano o griego muy atractivo quería entrar a tomar una taza de té de ojos rápidos y manos delicadas y con acento de yorkshire pregunta te apetece y le digo ni lo sueñes y entonces el martillo cae una dos tres veces y le baja las bragas le sube la blusa y le da un tajo en el estómago y va a acuchillarla pero la luz se enciende y un hombre pregunta qué pasa quién está haciendo tanto ruido ahí fuera vamos qué está pasando nada por lo que tenga que preocuparse vuelva a casa no pasa nada está seguro sí no hay por qué preocuparse pero ella necesitará una operación de doce horas para que le saquen las astillas del cráneo incrustadas en el cerebro los últimos ritos para seguir viviendo entre alambradas y alarmas sola con sus gatos y sus cuadros de cristo y de david soul y de khalid aziz las incisiones de ocho centímetros en la cabeza y el pelo que se corta ella misma llorando en la capilla vivo en mi propio mundo con las cortinas cerradas en bata con sus gatos andando por el medio de la calle asustada de las sombras y de los hombres que la siguen cuando seis meses antes el hombre misterioso entró en la tienda de la esquina y dejó mensajes todos los días durante una semana si quería salir con él una noche a tomar una copa y a cenar y la llevó en coche a un restaurante del centro de bradford que ella no recuerda pero sabe que todas las camareras vestían falda larga y negra y él estuvo muy simpático con acento de yorkshire y lo sabía todo de ella aunque era la primera vez que se veían y dijo que se llamaba michael gill o quizá gull el doctor gull vivía con su abuela que era muy mayor y estaba enferma y él también tenía un gato y después de cenar la llevó a casa en cleckheaton y no quiso pasar a tomar un café porque tenía que volver a casa para acostar a su abuela y ni siquiera le dio un beso en la mejilla y nunca más volvió a verlo y seis meses más tarde está tirada en la calle pisoteada por los tacones de unas botas cubanas y con cortes en el estómago iguales a los que los novios antillanos como su clive les hacen a sus novias cuando han sido infieles te apetece ni lo sueñes y el martillo cae una dos tres veces le baja las bragas le sube la blusa la apuñala en el estómago y ahora ya no es anita ahora es anna y nunca volverá a ser anita porque anita murió esa noche en los adoquines y a veces preferiría que no me hubieran operado preferiría haber muerto con ella en los adoquines porque entonces sólo habría conocido la negrura y nada más porque si hubiera sabido lo que me esperaba me habría negado a que me hicieran esa operación y me salvaran la vida como dicen ellos porque no me han salvado mi vida está perdida y me han indemnizado con quince mil libras pero ninguna cantidad de dinero puede devolverme el anonimato devolverme a mis amigos ningún dinero puede borrar el estigma del destripador puede devolverme a mi doctor gull o era gill michael gill quince mil libras de indemnización para vivir entre alambradas y alarmas con mis gatos y mis cuadros de cristo asustada de las sombras y de los hombres que me siguen sola te apetece