SEGUNDA PARTE
Llega un momento en que es necesario abandonar las prendas ajadas que ya han adquirido la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan una y otra vez al mismo sitio.
Es el momento de la travesía. Y si no nos atrevemos a emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos.
FERNANDO PESSOA