17.
Pasaron algunos días y Dreck encontró un apartamento adecuado a las peticiones de Allegra. A pesar de todo, su preocupación por ella aumentaba al saber que se iba a vivir sola después de esa amenaza.
Destiny sintió la preocupación de él y se acercó al joven vampiro.
-¿Por qué siempre te encuentro preocupado por algo?
-Será porque salgo de una preocupación para meterme en otra.
-¿Y de qué se trata esta vez? Si se puede saber claro.
-Se trata de Allegra, la han amenazado y ahora se va a vivir sola a un apartamento. Le dije que me iba con ella pero no quiso.
La vampiresa se sentó junto a él y lo miró mordiéndose el labio inferior.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Por supuesto, pregunta.
Destiny dudó un poco hasta que finalmente dijo:
-¿Tú sientes algo por Allegra?- la esperanza de una negativa se veía claramente en sus ojos.
-¿A qué viene esa pregunta?- preguntó él sorprendido.
-Bueno… te preocupas demasiado por ella como si sintieras algo muy fuerte, como si estuvieras…- la última palabra se le atascó en la garganta antes de pronunciarla- enamorado.
Dreck se sorprendió aún más y la observó detenidamente.
-¿Enamorado? No, ella es como una hermana para mí, una hermana a la que proteger y cuidar.
La joven se levantó y se puso a dar vueltas por la estancia.
-Cualquiera lo diría, no haces más que hablar de ella y de preocuparte por ella. ¡Todo es ella! No sé qué pensar la verdad. Yo también quiero un poco de tu atención. Necesito tenerte a mi lado- la vampiresa se acercó para mirarlo directamente a los ojos- me gustas, me gustas mucho, más de lo que creía pero no has conseguido ver más allá de lo que le pasa a Allegra. Deseo que me protejas como la proteges a ella, que te preocupes por mí como con ella, no quiero un guardaespaldas que se encargue de mantener lejos a Logan. Mírame, Dreck, mírame como a una mujer, aunque si no te intereso, solo dímelo y te dejaré en paz. Olvidaré todo lo que ha sucedido, no te molestaré con mis cosas. Incluso dejaré que te encargues solo de Allegra, yo puedo protegerme sola de Logan.
El vampiro la miró fijamente, las mejillas de la joven estaban totalmente ruborizadas que le daban un aire muy sensual. El labio inferior le temblaba por las ganas que tenía de llorar y que contenía delante de él, aparentando ser más fuerte de lo que realmente era.
Él se levantó para acercarse a ella pero Destiny retrocedió unos pasos, cuanto antes le dijera él que no le importaba, más pronto se iría ella a lamer sus heridas en la soledad de su habitación.
-Destiny…
-No. Quiero una respuesta.
-No siento nada por Allegra más allá de una enorme amistad de tantos años. Ella me convirtió en vampiro y le debo mucho gracias a ello pero para mí no es más que una amiga y una hermana, ya te lo dije. Te miro, aunque no lo parezca, te miro más de lo que crees. Te observo desde los rincones para saber qué haces y con quién porque siento celos de que otros te vean como te veo yo.
La joven abrió los ojos, sorprendida, ante tal revelación. ¿De verdad la veía desde las sombras?
Dreck volvió a acercarse y esta vez ella no retrocedió. Posó su mano en la mejilla de la chica la cual volvió a mirarlo a los ojos, aún sin poder creer lo que estaba sucediendo.
Cuando quiso reaccionar, los labios de él ya estaban posados en los suyos y sin saber muy bien cómo se abandonó a lo que quisiera hacerle. Deseaba sentirlo, sentir que la tocaba dándole placer mezclado con cariño.
Un cariño que siempre le había faltado y que nadie supo darle. Su vida mortal había sido demasiado dura como para recordarla. Robando para poder llevarse algo a la boca o buscar algún lugar donde cobijarse del frío y la lluvia. Sola. Hasta aquel fatídico día en que el dueño de una de las tiendas donde solía robar la pilló y junto con otros dueños le dieron una brutal paliza hasta dejarla media muerta en un callejón.
Cuando ya creía que su vida no tenía salvación alguna y que no merecía seguir viviendo, una mujer de cabellos castaños se acercó a ella para morderle en el cuello. Metiéndole ponzoña en sus venas, la suficiente como para convertirse en lo que ahora era.
Los brazos de la joven se deslizaron alrededor del cuello del vampiro porque si no lo hacía, probablemente caería derretida al suelo y no podría saborear aquellos deliciosos labios. Por suerte, Dreck la arrastró hasta que la espalda de ella quedó pegada a la pared y no pudo evitar jadear cuando notó un bulto junto a su vientre lo que encendió un fuego en su interior que se iba avivando poco a poco a medida que el beso se hacía más y más profundo.
Lágrimas de felicidad rodaban por sus mejillas. Por primera vez en mucho tiempo se sentía querida por alguien a quien ella quería mucho más de que hubiera llegado a imaginar.
Con Logan era distinto. Cuando estaba con él sentía que tenía que hacer lo que él dijera para complacerle sin ofrecerle una mísera muestra de cariño por su parte para saberse querida, en cambio Dreck todo lo contrario, el polo opuesto a Logan y eso la llenó de satisfacción.
Sin casi darse cuenta, ya se encontraba con la blusa de botones abierta completamente y con las manos del vampiro recorriendo su vientre plano subiendo por sus costillas hasta rozar el sujetador de encaje con los pulgares. Destiny contuvo el aliento tras el roce y abrió los ojos para mirarlo y sonreír levemente.
Con cierta vergüenza, a pesar de la experiencia de los años, posó sus manos en el torso de Dreck y bajarlas lentamente hasta llegar al borde de la camiseta que luego subió lentamente rozando la piel del chico con los nudillos.
Él se dejó hacer e incluso la ayudó a quitarse la camiseta para dejar aquellos pectorales al descubierto, luego él procedió a terminar de quitarle la blusa a la joven para así tener un mejor acceso al cierre del sujetador que no tardó en quitar para dejar aquellos dulces y llenos senos al descubiertos con los pezones inhiestos solo para él.
Dreck volvió a atrapar los labios de la chica, besándola con dulzura por las comisuras, mordiendo suavemente la barbilla y bajar lentamente por el cuello hasta llegar a aquellas dos pequeñas cimas ardientes. Cerró su boca alrededor de uno y ella dejó escapar un gemido mientras apoyaba las manos en la pared, su cuerpo estaba completamente flácido y no respondía a ninguna de sus señales, sólo sentía.
El vampiro le ofreció las mismas atenciones al otro pezón antes de conducirla a la mesa donde antes había estado trabajando, lo apartó todo de un tirón y la tendió sobre esta. La madera estaba fría y al rozar la espalda de Destiny, esta se estremeció. Entonces ella se percató de algo.
-Dreck, aquí no, podría entrar cualquiera…- logró decir entre jadeos e incorporándose un poco.
Él no respondió, simplemente se alejó de ella y cerró la puerta con llave desde dentro para que nadie pudiese entrar y molestarlos. Cuando desde la puerta la vio sentada y semidesnuda, su deseo se incrementó porque era la viva imagen de la inocencia aunque él sabía que poca tenía ya, sobre todo habiendo ella estado con Logan que no era más que un pervertido.
Al pensar en ese tipo junto con ella, la rabia le inundó pero el deseo por lo que tenía ante sus ojos era mucho mayor por lo que se acercó de nuevo a la mesa y besó a Destiny con inmensa dulzura. Ella se dejó hacer y volvió a tenderse sobre la mesa mientras él seguía besándola. Notó como le desabrochaba el cinturón y los pantalones para luego bajarlos lentamente, tocando con sus manos aquellos delicados muslos y sus torneadas piernas.
La joven no podía pensar en nada que no fueran aquellas grandes manos explorando cada rincón de su cuerpo y esos labios que rozaban cada poro de su piel exigiendo más notando ya como se humedecía su entrepierna deseando que él la llenara por completo.
-Eres más hermosa de lo que pensaba- dijo él admirándola mientras se desabrochaba los pantalones y se los bajaba junto con los calzoncillos y liberaba su miembro inhiesto.
Ella se sonrojó, no sólo ante las palabras de Dreck sino también por aquel miembro poderoso. No tuvo tiempo de decir nada más porque él volvió a apoderarse de sus labios mientras que una de sus manos acariciaba aquel pequeño punto entre sus piernas tan sensible al tacto. Volvió a gemir de placer y entonces notó cómo el glande del miembro de Dreck se acercaba peligrosamente a su pequeña abertura húmeda y caliente.
La lengua del vampiro descendió hasta dar con los pezones y se puso a jugar con ellos mientras penetraba dulcemente a la chica la cual se arqueó mientras gemía de placer. Él la acompañó con un gemido más gutural y masculino manteniéndose dentro de ella unos instantes para dejarla recuperarse ante aquella grata invasión.
Luego de esperar un poco, él salió casi completamente arrancándole un gemido de protesta a Destiny que luego se convirtió en uno de satisfacción al volver a notarle dentro. Las acometidas se sucedieron lentamente al principio y poco a poco fueron subiendo en ritmo. Sus respiraciones eran muy superficiales, casi que parecían que se iban a ahogar hasta que llegó el momento deseado, la cúspide del placer por la cual luego cayeron en un profundo orgasmo tan acompasado con el del otro que parecían uno solo.
Dreck cayó sobre ella, respirando con cierta dificultad y procurando no impedirle respirar a la joven que tenía los ojos cerrados mientras se recuperaba de aquella deliciosa experiencia. Con la poca fuerza que le quedaba, lo abrazó con ternura y con amor mientras le daba un beso en el hombro donde tenía una cicatriz en la que no se había fijado antes. Tras unos minutos, él se incorporó para mirarla a los ojos.
-Lo que yo decía, completamente hermosa- dijo sonriendo arrancándole una sonrisa a ella también.
-Tú también has estado muy bien- le dijo Destiny besándolo en los labios para sentarse y buscar su ropa.
-No, no te vistas, quiero verte bien…
-Pero… tienes que ayudar a Allegra…
-No creo que le importe que me quede contigo hoy- dijo mientras buscaba su móvil entre todas las cosas que cayeron de la mesa al suelo. Cuando lo encontró llamó a la vampiresa- Allegra, ¿crees que podrás irte sola? Tengo algunas cosas que hacer- dijo mientras miraba a la joven que aún permanecía sentada en la mesa, completamente desnuda aunque cubriéndose ligeramente con las manos- no te importa ¿verdad? Yo mañana me paso por el apartamento a ver qué tal… de acuerdo… adiós.
Dicho esto, colgó y se acercó a la chica para besarla con avidez y pasión.
-Por lo que veo… te dejó quedarte- dijo ella conteniendo la respiración cuando él le rozó aquel pequeño botón que había entre sus piernas.
-Por eso tenemos que aprovechar… vayamos a mi habitación que estaremos más cómodos.
-No puedo salir así desnuda y tú tampoco…
-Mi habitación es la que está aquí al lado, tengo una puerta que comunica con el despacho…- le dijo él mientras la cogía en brazos para llevarla hasta su habitación.
-Entonces llévame a dónde sea, mientras esté contigo nada más me importa.
Tras decir esto, él entró en la habitación ella y se dejaron llevar por el placer y la pasión del amor que comenzaba a surgir entre ellos. Algo que probablemente sería muy difícil de romper.
Allegra tras la llamada de Dreck, cogió su maleta con las pocas pertenencias que había guardado en ella se dirigió al garaje y observó los coches que tenía ante sí, pensando cuál utilizar para irse a su nuevo apartamento.
Cuando su amigo lo llamó su instinto le dijo que lo mejor era dejarle hacer lo que tuviese que hacer, además que también quería explorar la nueva casa sola y ver si podía valerse por sí misma.
Se subió en el primero de los coches. Un coche más deportivo que el todoterreno que suele utilizar. Lo puso en marcha y se fue hasta el lugar donde estaba su nuevo hogar. Al llegar, se bajó del coche para observar bien la casa.
Era un pequeño apartamento de dos pisos pero adecuado para vivir una persona sola. Las paredes eran de color blanco con ventanas y puerta de madera oscura. Si no recordaba mal, la casa estaba completamente amueblada gracias a las productivas compras de su amigo que se había encargado de todo.
Sin esperar más tiempo entró en la casa con las llaves que le habían dado y el interior era simplemente perfecto. Nada estaba fuera de lugar en aquella casa, los muebles eran los adecuados para decorarla. Se dirigió a la cocina que estaba a la derecha y al igual que el pasillo todo estaba bien decorado y limpio. Abrió la nevera y vio que tenía varias reservas de sangre y de comida.
Sonrió y agradeció una y mil veces a Dreck por haberse ocupado de todo.
Recorrió el resto de la casa que se componía de un salón, una cocina y un trastero junto al garaje en el piso de abajo y un baño con dos habitaciones pero una de ellas había sido decorada como un estudio con un escritorio y varias estanterías de libros.
“Te noto muy contenta…” oyó la voz de Kyle en su mente.
“Lo estoy, ¿acaso es algo malo?”
“Tengo entendido que los vampiros no suelen estar contentos… más bien siempre son ariscos”
“Chucho, ¿por qué no dejas de meterte con los de mi especie?”
“Pues deja de llamarme chucho”
“Hacía mucho tiempo que no te lo decía… no puedes andar exigiendo”
“De acuerdo, olvidemos el tema… ahora en serio, ¿por qué estás tan contenta?”
“Porque tengo amigos que no me los merezco…”
“¿Me incluyo entre ellos?” preguntó burlón.
“No, me refiero a Dreck…”
Hubo unos momentos de silencio donde ella pudo notar algo parecido a los celos en el joven lo que hizo sonreír a la vampiresa.
“Dreck, Dreck, Dreck… ¿no tienes otro nombre qué decir?
“Que yo sepa, él es mi único amigo”
“Y se puede saber qué hizo para que le tengas tanta estima, para ver qué debo hacer yo”
Esto sorprendió a la chica.
“¿Es que quieres parecerte a Dreck?” preguntó sorprendida.
“Sólo quiero que me hagas más caso, joder, eres mi imprimada y no lo parece”
Allegra enarcó una ceja sentándose en el sillón de la sala.
“¿Esto es algún tipo de declaración?”
“Ya me cuesta bastante reconocerlo así que no te cachondees de mí” dijo él con cierto enfado.
“Lo siento pero sabes tan bien como yo que esto no es nada normal, un lobo y una vampiresa juntos…”
“Claro que lo sé pero en la imprimación no manda nadie, es la ley de la naturaleza de los licántropos”
“Esto es mejor hablarlo cara a cara, después de tanto tiempo no me acostumbro a hablar mentalmente, ven a mi apartamento”
“No quiero molestar si estás con Dreck” dijo con retintín.
Allegra suspiró ruidosamente.
“Estoy sola, Dreck tenía cosas que hacer y probablemente sea con su chica, Destiny”
Kyle se quedó callado y la vampiresa pensó que ya había dejado de hablarle cuando de repente él dijo:
“Dame la dirección y estaré allí para hablarlo cara a cara”
Su determinación sorprendió nuevamente a la chica pero aún así le dio la dirección y cortaron la conexión. Se quedó sentada allí a la espera de que él llegara.
Jaelle estaba en el jardín haciendo unos ejercicios de relajación e hizo un balance desde que se había transformado en lo que era. Al principio su loba no se dejaba domar y se transformaba antes de darse cuenta pero ahora, gracias a los ejercicios que le enseñó Kyle, había conseguido domarla fácilmente, incluso más rápido de lo esperado.
Hasta su torpeza había mejorado considerablemente. Estaba contenta de sus avances pero no sólo estaba feliz por eso porque ahora estaba con Christopher del cual estaba totalmente enamorada.
Podía sentirlo en su mente siempre que quisiese y sabía que estaba junto a ella.
“Jaelle”
La joven se sobresaltó al oír aquella misma voz de la otra noche. Rápidamente se levantó y miró a su alrededor.
“¿Quién está ahí? ¿Quién eres?”
“Jaelle… voy a acabar contigo… empezando por los que más quieres”
“¿Por qué no das la cara? ¿Acaso me tienes miedo? ¡Déjame verte la cara!”
Pero no obtuvo respuesta. Volvió a mirar a su alrededor pero no había nada ni nadie. Un frío repentino se apoderó de su cuerpo y tuvo que entrar en su casa. Tenía un mal presentimiento.
Una vez dentro, cerró la puerta y se asomó por la ventana a ver si veía a alguien. Después de mucho esperar sin ver nada, la joven volvió dentro y se fue a dar una ducha.
Tras esto, salió del cuarto de baño envuelta en una toalla y con el pelo suelto cayéndole empapado por la espalda. Le hacía crecido bastante desde su transformación.
Algo le preocupaba y el frío no la abandonaba. Su instinto estaba algo alterado como si presintiera que algo va a pasar. Se vistió y bajó al salón a ver un poco la televisión a ver si se le quitaba aquella sensación.
El timbre sonó y rápidamente se dirigió a abrir la puerta. Cuando lo vio únicamente con los vaqueros, el estómago le dio un vuelco y sintió que se le cortaba el aliento.
-¿No tienes camisetas en tu casa?- preguntó malhumorada disimulando el anhelante deseo que le provocaba verlo así.
-Tengo pero si me las dejo puesta cuando me transformo, se me rompen y no quiero quedarme sin mis camisetas.
-Pasa, anda.
El joven entró y silbó al ver la decoración de la casa.
-Al parecer Dreck no escatimó en gastos.
-¿Quieres dejar de meterte con Dreck?
-Ahí está lo que yo digo, Allegra, digo algo del vampirito y ya saltas.
-Porque es mi amigo, Kyle, no puedo dejar que lo insultes.
Kyle no dijo nada mientras se dirigía al salón y se tiraba en el sofá.
-¿No me vas a invitar a algo?
Allegra se cruzó de brazos mirándolo desde arriba.
-¿Quieres sangre? Tengo litros y litros en la nevera- dijo sonriendo levemente con malicia. Kyle hizo un gesto de asco ante eso de la sangre. Le daba repelús y la joven vampiresa lo sintió- es lo que tendrás que aguantar si soy tu imprimada.
-Tengo entendido que eres media humana, ¿no podrías volver a serlo? Aún me duelen los labios del mordisquito.
-¿Yo tengo que volverme mortal mientras tú sigues siendo un licántropo?- preguntó incrédula- lo que me faltaba…
Allegra se dio la vuelta y sin darse apenas cuenta, Kyle se acercó por detrás y le rodeó la cintura con los brazos mientras le besaba el cuello lo que hizo que la joven se tensara cerrando los ojos. Sus manos se posaron en las del chico mordiéndose el labio inferior.
-Yo podría renunciar ser un lobo… aunque la imprimación permanecería.
-No te creo…- logró decir mientras los labios de él mordían suavemente desde el cuello hasta el hombro para luego pasar su lengua por la zona.
Allegra se estremeció de deseo ante aquel contacto.
-¿En serio no me crees?- preguntó con los labios en el hombro de ella.
-No, he conocido a demasiados hombres para saber cuándo mentís.
-No nos conoces en absoluto, pequeña.
Sin saber muy bien cómo, se apartó de él recuperando el aliento.
-¿Pretendías engañarme con unos cuantos besos o qué?