Esto es para mi querida mami. Resulta más que apropiado, pues las últimas páginas de Coloso las terminé acampado junto al lecho donde ella se pasó durmiendo la última semana de sus noventa y dos años de edad. Gracias por todo tu amor y todo tu apoyo durante tu buena y larga vida. Dondequiera que estés ahora —en el cielo como te mereces, o en unos Campos Elíseos llenos de música y risas, con los demás jugadores de cartas y bebedores de jerez— ésta es para ti.
RIP Doris Bowles 1920-2012