Egipto

En el Imperio que profesó al misterioso mundo de los muertos la más apasionada y exclusiva de las dedicaciones, ya empezamos a encontrar ciertos rastros de una incipiente idea sobre el no-muerto. En un papiro encontrado en Tebas se dice que los fantasmas de algunos ajusticiados abandonan de noche sus cuerpos para chupar la sangre de los adolescentes. Ésta historia, que desarrolla el tema de los muertos que se alimentan a expensas de los vivos, se la conoce como el mito del Khu.

En el universo mitológico de los faraones, al morir Osiris la existencia terrena se transformaba en irreal, en un crepúsculo hacia la vida futura en el más allá, al cual todo ser ansiaba llegar. Pero el alma, al franquear el «Portal de la muerte» se ve irresistiblemente atraída hacia el cuerpo que acaba de abandonar; y si el muerto no es merecedor de ser conducido por las entidades supremas a presencia del dios Osiris, terminará por volver al sarcófago para convertirse en errante fantasma que avizora a los vivos.