7

Había analizado los datos recibidos hacía poco más de tres días, rápidamente, en menos de cuatro segundos. Sin embargo, era más difícil determinar los distintos cursos de acción. Se necesitaban más datos. Se había asignado energía a los sensores, y el caudal de material electrónico transmitido que fluía desde la atmósfera de la Tierra había sido el objetivo. Eso llevó tiempo y, una vez completado, no existía una respuesta clara, solo probabilidades.

Las probabilidades fueron sopesadas y la máquina tomó una decisión. Se había enviado a la Tierra un mensaje en respuesta, luego se activó el programa maestro. Al programa le llevaría tiempo ejecutarse.

La espera no la perturbaba. Primero, porque no estaba viva, y segundo, porque ya había esperado milenios para activar el programa maestro. Unos días más no supondrían ninguna diferencia.