148
Tras la pausa se vuelven a reunir en la sala para retomar el proceso, pero Joona aún no ha llegado. Vicky mira a Johannes y éste le responde negando con la cabeza. La chica está muy pálida y vuelve a acurrucarse en silencio sobre sí misma.
Apoyándose en la reconstrucción de los hechos elaborada por la policía provincial de Västernorrland, la fiscal explica que Vicky Bennet persiguió a Elisabet Grim hasta la antigua destilería y describe cómo le arrebató la vida para quitarle las llaves del cuarto de aislamiento.
Vicky ha bajado la cara y las lágrimas le caen sobre las rodillas.
La fiscal describe el segundo homicidio, la fuga por el bosque, el robo del coche, el impulsivo secuestro y luego la detención en Estocolmo, la violencia durante los interrogatorios y las correas de contención.
La pena por secuestro es entre cuatro años y cadena perpetua, y por homicidio la pena mínima son diez años.
Susanne Öst está de pie mientras describe a Vicky Bennet como una persona propensa a emplear la violencia y muy peligrosa, pero no como un monstruo. Para anticiparse a la defensa procura repetir varias veces las cosas buenas de la sospechosa. La fiscal hace una exposición muy estratégica y termina citando directamente la transcripción de los interrogatorios.
—Durante el tercer interrogatorio la detenida confesó los dos homicidios —dice la fiscal sin ninguna prisa mientras pasa las hojas de la transcripción—. Cito: «Maté a Miranda», y más tarde, a mi pregunta de si… de si Elisabet Grim quería dejarle las llaves, la detenida contestó «Le aplasté la cabeza».