Capítulo 79

—Mañana mandan a otra niñera —dice Ruby, con voz temblorosa pero desafiante—. Pero le he dicho a papá que no quiero a otra niñera. Solo te quiero a ti. Y Samuel también.

Intento contener mis emociones, pero hablar con Ruby es casi demasiado para mí.

—Estoy segura de que la nueva niñera será maravillosa —digo—. De verdad.

—Eso es lo que dice papá también —solloza—. Pero no lo entiende. No para de decir que tú no eras distinta a las otras niñeras y que la próxima puede que sea hasta mejor. Pero no es verdad, sé que no.

La lógica me dice que Ryan ha dicho eso solo para que Ruby y Samuel se sientan mejor, pero casi me derriba un arrebato de consternación.

—Bueno, habrá que verlo, ¿no? —digo—. Pero apuesto a que en menos de una semana no os sentiréis tan mal.

—Yo quería que fueses nuestra mamá, Zoe.

Intento recobrar la voz sin que se me salten las lágrimas, pero es como intentar contener una marea con una sombrilla para cócteles.

—Eso no va a pasar, cariño —digo con voz ronca—. Tu papá y yo éramos solo amigos. Muy buenos amigos que se llevaban muy bien, pero solo amigos, de todas formas.

—No, no solo —dice acusadora.

Hago una pausa.

—¿Qué quieres decir?

—Os disteis un beso —dice—. Yo os vi.

—Oh, eh... ¿sí? ¿Dónde?—En la cocina, mientras Samuel y yo jugábamos fuera.

—Bueno, eso no fue más que un beso de amigos —insisto—. Nada más, en serio.

—No parecía. Era igual que cuando James Bond besa a las señoritas.

Nos pillaron bien pillados.

—Um, bueno... vale, puede.

—Se lo he dicho a papá también —continúa—. Dice que no era nada serio, pero no lo creo. Sí era algo serio, ¿no, Zoe?

Pongo la mano sobre el auricular un segundo.

—No lo sé, Ruby —susurro, más para mí que para ella—. Quiero decir...

De repente, escucho jaleo al otro lado del teléfono y la voz de Ryan de fondo.

Cuando oigo cómo le quita el teléfono, se me revuelve el estómago.

—Hola, Zoe.

—Hola, Ryan. —Tan original como un bolso de piel en la calle de un mercado de Tailandia, pero no se me ocurre otra cosa que decir.

Se produce un silencio breve pero espantoso.

—Bueno, me has dejado de piedra —comienza—. No me podía creer lo que leí en la carta.

Trago saliva.

—Quiero decir, vaya —continúa—. Desde luego, ocultabas algunos secretos.

—Sí —digo atontada—. Supongo que sí.

—Ha hecho que me sienta fatal —dice.

—¿Ha hecho que te sientas fatal? ¿Por qué?

—Era un capullo cuando llegaste aquí. Un capullo integral. Y tuviste que aguantarlo todo mientras tú misma estabas pasando por un infierno.

No eras tan malo.

Estoy seguro de que lo era.

Se produce otro silencio, pero esta vez no siento esa abrumadora necesidad de llenarlo.

—Entonces, ese tal Jason —su voz suena extraña cuando pronuncia su nombre—, ¿Le vas a dar otra oportunidad?

—Sí —contesto.

Mi respuesta es decidida, sin un asomo de disculpa. Puede que suene raro teniendo en cuenta que Ryan es el hombre con el que me he estado acostando recientemente, pero siento que no necesito andar de puntillas sobre el tema para no herir sus sentimientos. No porque quiera herir sus sentimientos —eso es lo último que quiero—, sino porque estoy segura de que no lo haré.

Se olvidará de nuestra aventura tan pronto como se olvidó de las otras. Y no se lo reprocho, ni por un instante. Siempre procuré que no fuese más que un poco de diversión... Y eso fue exactamente lo que fue.

—Bien —dice incómodo.

Barajo la posibilidad de decirle que voy a casarme en el plazo de solo dos semanas, pero, por alguna razón, creo que ya he dicho lo suficiente. Además de que no quiero que piense que soy una completa chiflada, no me parece correcto. No sé por qué, pero no me lo parece.

—Bueno —continúa—, si crees que es lo que debes hacer, tienes que hacerlo. Todo lo que puedo darte son mis mejores deseos.

Su serenidad lo confirma todo.

Ryan tendrá a otra mujer a tiro antes de acabe la semana, estoy segura. Quizá incluso Barbara King, si consigue seducirlo.

Después de despedirnos educadamente y colgar el teléfono, me recuerdo que no debo darle más vueltas al tema, no ahora que me voy a enfangar de nuevo con los planes de boda.

Aun así, tengo un nudo en la garganta. Y no se me pasa.

Casada por los pelos
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_014.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_015.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_016.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_017.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_019.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_020.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_021.xhtml