Capítulo 9
Al principio de este kalpa tres hombres viajaban juntos: un cristiano, un musulmán y un budista. Eran buenos amigos y cuando hablaban de cuestiones espirituales parecían estar de acuerdo en todos los puntos, sus percepciones diferían únicamente cuando volvían su mirada hacia el mundo exterior. Un día rebasaron la cima de una montaña y contemplaron el valle fértil y poblado que había abajo.
—Qué raro —dijo el cristiano—, ahí abajo, en la Aldea Uno, los aldeanos están profundamente dormidos, en tanto que en la Aldea Dos están sumidos en una espantosa orgía de pecado.
—Estás muy equivocado —replicó el musulmán—. En la Aldea Uno todo el mundo está en un perpetuo estado de éxtasis, mientras que en la Aldea Dos todo el mundo está dormido.
—Idiotas —terció el budista—, sólo hay una aldea y un conjunto de aldeanos. Sueñan que entran y salen de la existencia.