Capítulo 31
El electricista se llamaba Jim. Era un hombre corpulento, con la seguridad propia de alguien que conoce bien su oficio.
Estaba junto a la piscina con Ethan. Juntos inspeccionaban la lámpara hermética e impermeable que Jim había extraído de una de las paredes de la piscina; tenía un trozo de cable colgando.
—¿Qué fue lo que le llamó la atención? —preguntó Jim.
—Intuición de detective.
Jim enarcó las cejas.
—¿Algo no tenía buena pinta?
Ethan asintió.
—Había asegurado la lona que cubría la piscina con un candado. Tengo dos sobrinos pequeños, así que he de tomar precauciones. Cuando vi que la lona no estaba, me dije que algo iba mal. También me pareció raro encontrar al mismo pintor en dos ocasiones sólo en la casa.
—¿Cómo se dio cuenta de que el tipo había saboteado la electricidad?
—Cuando me dirigía hacia él vi un charco de agua en el cemento, justo a la altura de esta lámpara —dijo Ethan, mirándola—; y no había salpicaduras en ningún otro lado. Eso no cuadraba. Cuando los niños se zambullen en una piscina suelen mojarlo todo.
Jim soltó una risilla.
—Es lo que los tipos como usted llamarían un indicio, ¿no? —dijo.
—Exacto. No suelen aparecer muy a menudo, así que suelo estar atento.
—Suerte que se dio cuenta de éste —dijo Jim, y le enseñó el cable que colgaba de la lámpara—. Este corte es reciente. Dejó el cable expuesto al agua y provocó un cortocircuito, convirtiendo la piscina en una trampa mortal.
Ethan observó el corte más de cerca.
—¿Cómo puedo demostrarle a la policía que es reciente? —preguntó.
—Los hilos de cobre no están corroídos en absoluto —dijo Jim, doblando el cable para mostrarle el interior—. Si hubieran estado expuestos mucho tiempo al agua clorada de la piscina se habrían vuelto verdes.
—Entiendo —dijo Ethan, impresionado por los conocimientos de Jim—. Bien pensado.
—Bueno, es mi trabajo.
* * *
Singleton oyó a Ethan bajar las escaleras y se asomó por la puerta de la librería.
—¿Te vas a Phoenix? —preguntó.
—Sí —contestó Ethan, consultando su reloj de pulsera—. Zoe se viene conmigo. No quiero dejarla aquí sola; Harry y tú tenéis mucho que hacer ahora mismo.
—Este asunto se está complicando cada vez más.
—Ya me he dado cuenta.