INTEGRACIÓ D’UN TREBALL UN ANY DESPRÉS DE LA MORT DEL MEU PARE
Estiu de 2007
El día que murió mi padre
El día que murió mi padre, el día de la extraña marea, el día que viví su muerte en directo, me sentí ante el espectáculo de ese enorme cuenco de la vida como una ampolla de azul plomizo y un brillo maligno. Tenía el día la blancura antinatural de la muerte. No le acariciaría la mano nunca más. Para mí la pérdida tiene tantos matices todavía al año de su muerte. Así que el dolor de mi madre es más que un simple compartir. Mi madre ha enviudado y está dolida y necesita que se lo consientan. No todos a su alrededor lo han percibido así.
A medida que pasan los meses, me hago la ilusión de que existe una versión alargada del amor. Soy temperamental, y entonces, de repente, lo que menos te esperas aparece disfrazado de ilusiones. Y a medida que pasan los días las ilusiones también se desvanecen cuando uno se confiesa a la realidad de una vez por todas.