Capítulo 25
Diez maneras de ir más allá de este libro
En este capítulo
Ideas
para disfrutar al máximo de la música clásica
Algunos consejos para saber buscar discos económicos
Cómo
internet puede ayudarte a conocer más sobre música
Algunas películas interesantes sobre música y músicos
Para disfrutar la música clásica no basta con asistir a un concierto una vez al año, o encender la radio mientras lavas el coche. Vivimos en una época en que hay muchas formas, fáciles y divertidas, de entrar en contacto con la música. No te contentes con escucharla. ¡Vívela!
Relaciónate con tu orquesta
Si
vives en una ciudad donde hay una orquesta, no tienes por qué ser
sólo un miembro de la audiencia. Puedes estrechar más las
relaciones, por ejemplo, asistiendo a las charlas gratuitas que
muchas orquestas ofrecen antes de los conciertos; suelen durar
entre treinta y cuarenta y cinco minutos, y son muy
interesantes.
La mayoría de las orquestas ofrecen abonos que permiten disfrutar de la música clásica en vivo, y por mucho menos dinero que el que pagarías comprando las entradas de cada concierto por separado. Según las características de la orquesta o de la serie de conciertos, un abono te permite asistir a entre tres y veinticinco conciertos, distribuidos entre los meses de setiembre y junio. A veces incluso es posible adquirir un abono a la carta, por el que escoges los conciertos a los que deseas asistir.
Los abonos tienen una ventaja adicional. A menudo están concebidos como un todo, lo que significa que la orquesta ha decidido que los conciertos forman un grupo coherente. Algunas series se hacen sobre un tema específico, por ejemplo “Música y naturaleza”, “Música y mitología clásica” o “Música y otras historias para no dormir”.
Además, las orquestas planean sus temporadas de manera que los abonados conozcan con regularidad obras novedosas e interesantes. Ellos saben que si compras un abono es porque confías en su habilidad para ayudarte a descubrir nuevas obras año tras año y ampliar así tu repertorio.
Únete a una excursión de música clásica
“¿Unirme a una excursión de música clásica?”, nos parece oírte preguntar con cierta incredulidad. “¿Como un viaje con un grupo de rock? ¿Vamos a recorrer el país vestidos con esmoquin de colores? ¿Ayudaremos a transportar el equipo del arpa? ¿Llevaremos resina de trementina? ¡Suena muy andante!”
¡No! No estamos hablando de viajar con los músicos, sino de hacerlo con otros aficionados. Hay agencias que preparan excursiones en grupo a un sitio tranquilo para escuchar música clásica. Algunos viajes son complicados y costosos, pues se dedican a recorrer los templos más emblemáticos y lujosos de la ópera detrás de los solistas y directores más rutilantes, pero los hay también más modestos y módicos. Seguro que encontrarás un grupo que planea viajar por un día o un fin de semana a la ciudad vecina para escuchar música y luego compartir la experiencia.
Este tipo de excursión presenta dos grandes ventajas:
¿A qué estás esperando, pues?
Conoce a los artistas
Constituye un secreto bien guardado: los solistas de música clásica son, en su mayoría, tan amistosos como tú y nosotros. Les encanta reunirse con su público. Piensa que están en una ciudad desconocida, por uno o dos días, y no conocen a nadie. Están solos y aburridos, por lo que una amable visita tuya puede ser muy bien recibida.
Sólo
hace falta que aparezcas por las cercanías del camerino después del
concierto, o durante el intermedio, en caso de que el solista haya
tocado en la primera parte, lo saludes y, por supuesto, lo
felicites si lo ha hecho bien (lo más probable) y, caso que no,
evites ser drásticamente sincero. Explora el ambiente y si es
propicio, invítalo a tomar una copa o un café. No te preocupes por
no saber suficiente sobre música, porque él tampoco sabe mucho
sobre lo que tú haces.
Con todo, si la idea de abordar a la superestrella te parece excesiva para tu temperamento, únete a los grupos de aficionados de la orquesta. Esta gente es tan apasionada que no se pierde un concierto ni un ensayo.
Si te conviertes en uno de ellos, con el tiempo reconocerás a los miembros de la orquesta y éstos, a la larga, también te reconocerán a ti. Habla entonces con ellos. Muchos son amables y se mostrarán agradecidos de que alguien esté dispuesto a escucharlos todas las veces. Cuando formes parte del grupo de fanáticos de la orquesta, verás que cada concierto es mucho más atractivo de lo que en un principio te habías imaginado.
Busca discos compactos baratos, o gratis
En la actualidad abundan las rebajas de discos compactos de música clásica. Las tiendas tienen verdaderos depósitos a los que hay que dar salida. Así, es posible encontrar grabaciones a precios muy asequibles (desde 3 euros). Y lo más sorprendente es que algunas de ellas son interpretaciones fabulosas. Y de cualquier género y estilo, desde la música medieval hasta la vanguardia más tremebunda.
Los
compactos baratos se dividen en dos categorías:
Si amas una obra en particular es muy posible que desees tener varias versiones de ella. Tranquilo, si te pasa no es grave. Más bien todo lo contrario, ¡lo preocupante sería que no te pasara! Y es que eso que en un principio puede parecer absurdo ( la pregunta tan manida de “Si ya tienes una versión, ¿para qué quieres otra?”), se revela una necesidad a medida que profundizas en esto de la música.
Es fascinante escuchar el efecto que un grupo diferente de ejecutantes produce sobre una misma composición. En este caso puede ser útil considerar marcas más conocidas como Deutsche Grammophon, Harmonia Mundi, EMI o Sony, para tener mayor oportunidad de conseguir una interpretación excepcional. Afortunadamente, todos estos sellos disponen de series económicas en las que puedes encontrar lecturas de artistas que han escrito con letras de oro la historia de la interpretación musical.
Lo barato, sin duda, está bien, pero hay veces que aun así se hace complicado eso de comprar discos. Y ello por la sencilla razón que hay muchísimas otras cosas que te gustaría escuchar sin necesidad de adquirirlas. No te preocupes, la palabra “gratis” también tiene sentido en este campo. Hoy la mayor parte de las bibliotecas no sólo tienen libros sino que también han ampliado su campo de acción a los discos y los DVD. Hazte socio de una de ellas y seguro que encuentras mucha música interesante. Por ejemplo, la que figura en nuestra lista del Apéndice A.
Aprovecha las oportunidades que da internet
Y
hablando de lo gratuito, no desaproveches la opción de internet.
No, no te estamos invitando a que te descargues música de manera
fraudulenta en tu ordenador, sino a que visites páginas que tienen
una gran cantidad de obras musicales que se pueden escuchar de
forma gratuita o, cuando no, por una cantidad módica. Apunta estas
plataformas:
A la oferta de estos portales se añade la que ofrecen algunas discográficas, en las que es posible escuchar, gratis, algunos fragmentos de sus grabaciones. Y si te gusta lo que oyes, pues te dan todas las opciones posibles para que disfrutes del disco completo, o bien descargándotelo en tu ordenador, o bien recibiéndolo en casa por correo.
Escucha programas de radio de música clásica
La radio es uno de los mejores instrumentos de difusión de la música clásica. Y hoy, cuando la mayor parte de las emisoras guardan en sus páginas web los archivos de sus programas, ya no dependes de que el horario de emisión te vaya bien para escucharlos.
En España, la referencia en este campo es Radio Clásica, de Radio Nacional de España. Y si vives en Cataluña, tampoco puedes perderte la programación de Catalunya Música. Ambas emisoras están especializadas en el repertorio clásico y ofrecen una programación completa y variada que incluye desde ciclos temáticos a retransmisiones en vivo y en diferido de conciertos y óperas, pasando por espacios para el público infantil o perfiles de grandes intérpretes y compositores.
Además, hay muchas otras emisoras que aunque no sean monográficas como éstas tienen en su parrilla también algún que otro programa dedicado a la música clásica, si bien es verdad que a veces en horario, como poco, intempestivo.
Las ventajas de escuchar música clásica en la radio son enormes:
¿Qué más se puede pedir?
Las revistas, una buena ventana a la escena clásica
Aunque la crisis económica ha golpeado con dureza el sector, las revistas especializadas son una buena opción para acercarse a la música clásica. Y lo son por sus artículos de temas históricos y de actualidad, sus entrevistas a compositores e intérpretes, sus perfiles y sus críticas de conciertos y de novedades discográficas.
Algunas de las más recomendables en castellano son:
Y en internet:
Ve a ver películas sobre música clásica
Los compositores, en especial los del período romántico, suelen ser almas expresivas y apasionadas. Y, como tales, lo tienen todo para que sus biografías sean llevadas a la gran pantalla. Por supuesto que estas películas son dramatizaciones cuyos argumentos resultan unas veces forzados cuando no directamente inventados, pero tratan de captar el espíritu y la personalidad del compositor, y sobre todo permiten escuchar su música.
A
continuación te sugerimos algunas de las películas más interesantes
que se han acercado a la música clásica, sean biográficas o no:
Si estas películas te dan ganas de escuchar más música, querrá decir que han cumplido con creces sus objetivos.
¡Estudia!
No se trata de que hinques codos, pero puedes aprender mucho en los textos que vienen con los discos compactos. En ellos encontrarás información sobre la época y las circunstancias que rodearon la composición de la obra, así como detalles acerca de la vida del compositor. Lo malo es que, a no ser que se trate de una discográfica española, lo más habitual es que esos interesantes textos no vengan en castellano, sino en inglés, alemán, francés e italiano. Pero mira la parte positiva: ¡podrás practicar idiomas!
También hay excelentes libros sobre todos los aspectos de la música clásica. Sólo tienes que ir a la biblioteca más cercana a tu casa o a la librería donde conseguiste esta monumental obra que ahora tienes entre manos, y buscar otros libros. Los hay para todos los gustos, desde divulgativos hasta sesudos ensayos musicológicos en los que casi hay más fragmentos de partituras que texto escrito.
Y si ves que tu vocación es firme, busca algún curso de música que se organice en tu ciudad. Los hay de apreciación musical, historia de la música, teoría (armonía y contrapunto incluidos), composición, orquestación y hasta dirección orquestal. También hay cursos de entrenamiento auditivo, para adquirir habilidad en escuchar y reconocer líneas musicales, intervalos y armonías, y de lectura a primera vista.
Haz tu propia música
Hemos reservado lo mejor para el final.
La mejor manera de lograr que la música clásica forme parte de su vida es hacerla tú mismo. Desde luego que la práctica diaria de un instrumento, o al menos varias veces por semana, representa todo un compromiso. Para ver los primeros resultados es necesario dedicar con disciplina cierto tiempo al estudio.
Para escoger el instrumento ten en cuenta el sonido. ¿Te gusta escucharlo? ¡Porque vas a oírlo durante un tiempo considerable mientras lo practicas! Este libro y los audios que encontrarás en www.paradummies.es pueden ayudarte. Lee la parte III y descubre cómo se produce el sonido en cada instrumento. Luego escucha los audios y mira cómo suena. Para entonces tendrás ya una idea precisa de lo que te gusta y de lo que no te atrae tanto.
Estarás listo para ir a comprar tu instrumento. Si eres un
principiante, busca una tienda con buenas oportunidades. Y no
compres algo costoso. Incluso podrías pensar en alquilar
tu primer instrumento. ¡Ya tendrás todo el tiempo del mundo para
reemplazarlo por uno mejor a medida que vayas progresando!
En la tienda encontrarás información sobre profesores. Sé precavido, porque los precios varían, dependiendo de la experiencia y la reputación del profesor. Por eso, no tengas miedo a pedir referencias o a comparar precios. Una buena opción es dirigirte al conservatorio, pues los estudiantes de música acostumbran a dar clases para costearse los estudios. Sus precios son asequibles y lo mejor de todo es que suelen ser profesores atentos y entusiastas.
Después de varios meses de clases y de práctica disciplinada, estarás listo para divertirte de verdad. Reúnete entonces con otros principiantes para hacer música juntos. Probablemente al principio suene como un suplicio, pero con el tiempo irá mejorando. Y un día, ¡será una maravilla!
Si todo este asunto te produce un sudor frío, ¡cálmate! Nadie ha dicho que sea obligatorio tocar un instrumento para disfrutar de forma activa de la música. Puedes entrar en algún coro de tu barrio. Cantar en grupo, especialmente en uno de buen nivel, es otro de los mayores goces de la vida.
Por experiencia propia sabemos que nada es tan estimulante y liberador como contribuir a la creación de la música. Esperamos que alguna de nuestras sugerencias haya tocado tus cuerdas sensibles y te lleven a interesarte en participar también.
Te deseamos una vida plena de revelaciones y descubrimientos por medio de la música clásica.