Capítulo 13

Lo que los “vientos de madera” se llevaron

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En este capítulo

image Cómo se produce el sonido en un instrumento de madera

image Las características de la flauta, el oboe, el clarinete, el fagot y el saxofón

image Los instrumentos transpositores, un misterio de la música

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¡Ah! ¡El bello ruido de los vientos! ¿Quién puede resistir el dorado sonido de la flauta revoloteando como una voz angelical? ¿O el rico y melancólico tono del oboe, que sube y baja sobre la sosegada orquesta? ¿O la suave y ágil voz del clarinete que salta con destreza de una nota a otra? ¿O el versátil y majestuoso fagot? ¿Quién de nosotros puede sentirse cabalmente realizado sin el sonido de los instrumentos de madera?

(No hay manera humana de contestar estas preguntas.)

Los instrumentos de viento de la familia de las maderas, o las maderas como se los llama habitualmente, son las flautas, los oboes, los clarinetes y los fagots, a los que se les pueden sumar los saxofones. Su nombre genérico les viene del hecho de que, en tiempos pasados, la mayoría de ellos era de madera, aunque ahora sólo el oboe y el fagot se fabrican con ese material. Las flautas pueden ser de muchas clases de metal, incluyendo la plata, el oro y el platino; los clarinetes son a veces de plástico, y los saxofones han sido siempre de metal. A pesar de todo, siguen siendo eso, las maderas, lo que sin duda es injusto para los violines, violas, violonchelos y contrabajos, que con más propiedad podrían reclamar para sí ese nombre. Pero ellos son las cuerdas, como ya sabrás si has leído el capítulo 12.

image Los instrumentos de madera producen el sonido mediante la vibración de una columna de aire (la columna se halla dentro del instrumento).

Al presionar las llaves de un instrumento de madera se cambia la longitud de la columna de aire; esta modificación produce, a su vez, un cambio en la altura de la nota. Así como en el violín una cuerda de menor longitud produce una nota más alta (vuelve al capítulo 12 si tienes dudas), una columna de aire más corta crea una nota más aguda en un instrumento de madera.

image ¿Has soplado alguna vez en una botella de vidrio? Cuando produces una corriente de aire sobre la boca de la botella, el aire que está dentro comienza a agitarse y se produce un sonido. Pero echa ahora un poco de agua en la botella y ensaya de nuevo: esta vez el sonido resultante es más alto. Una menor cantidad de aire vibrando equivale a mayor altura.

Ésta es la idea básica de los instrumentos (de viento) de madera y específicamente la de un instrumento en particular: la flauta.

La flauta

La flauta se diferencia de las demás maderas en que nunca se sopla dentro de ella sino de forma transversal, como en la botella de vidrio. Aunque, sin duda, la flauta tiene mejor aspecto que la botella (mira la figura 13-1) y suena mejor, sin punto de comparación. Cuando se hace vibrar la columna de aire interior, el instrumento produce un hermoso sonido plateado.

Los fanáticos de Monty Python recordarán el programa de televisión en el que el grupo prometió acabar con las guerras, curar el cáncer y enseñar a los televidentes a tocar la flauta. Las instrucciones eran: “Bien, usted sopla de lado por un extremo y mueve los dedos hacia arriba y hacia abajo, por la parte exterior, y así es como se toca la flauta”.

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Figura 13-1: La flauta.

En realidad, es así como se hace. Si cubres todos los orificios del instrumento y soplas, transversalmente, contra los bordes de la abertura lateral practicada cerca de uno de los extremos, toda la columna de aire vibra. Esta digitación produce la nota más baja.

Ahora, para cambiar de nota en la flauta (o en cualquier otro instrumento de esta clase) has de proceder así: manteniendo las manos sobre el instrumento, deja libre el orificio más cercano al extremo opuesto de los labios. Así se interrumpe la columna de aire. La nueva columna va hasta el hueco abierto; en otras palabras, es más corta y la altura del sonido aumenta.

Si descubres más orificios en forma sucesiva, la longitud de la columna de aire es cada vez menor. Los sonidos producidos son, por consiguiente, cada vez más altos.

Claro que en una flauta de verdad el asunto se complica. El instrumento tiene un complejo mecanismo de llaves para cubrir algunos orificios y abrir otros. Como en la mayoría de las maderas, algunas notas se producen por complicadas combinaciones de huecos abiertos y cerrados. Pero la idea básica es esa que te hemos explicado.

Para escuchar la flauta

Es probable que hayas escuchado el sonido de una flauta. Pero si por casualidad crees que no lo conoces, entonces, ¡por Dios!, ve a escucharlo ahora mismo, porque el sonido que produce una flauta es hermosísimo.

image Para comenzar, puedes oír algunos bellos pasajes en los archivos musicales que vienen con este libro y que tienes disponibles en www.paradummies.es. El tercer movimiento del Concierto para piano n.o 22 de Mozart, por ejemplo, tiene un muy corto, vivaz y encantador solo para flauta (pista 3, 1:13). También hay un pasaje grave y perturbador para tres flautas que tocan a la vez en el último movimiento de la Sinfonía n.o 6 de Chaikovski (pista 7, 1:02).

image A pesar de la belleza de su sonido, se han escrito relativamente pocos conciertos para flauta sola. Aquí están algunos de los mejores a nuestro entender:

Ahora escucha estas hermosas sonatas para flauta:

Además, deberías escuchar estos solos para flauta, tomados del repertorio orquestal:

El piccolo

image Flautas hay de muchos tipos, pero una que se usa con cierta frecuencia en la orquesta es el piccolo. La palabra italiana piccolo significa “pequeño”. Después de que alguien se inventó una flauta pequeña, el instrumento se llamó flauto piccolo (“flauta pequeña”). El nombre permaneció, y hoy todo el mundo se refiere a la hermanita menor de la flauta así, como piccolo.

El instrumento tiene la mitad del tamaño de la flauta, así que la columna de aire tiene también la mitad de la longitud de la columna de aire de la flauta. El resultado es que cuando se oprimen las mismas llaves que en la flauta, las notas producidas están a la octava superior de las de ésta.

Las notas altas del piccolo son brillantes y se oyen por encima de todo lo demás, incluyendo la orquesta al completo. Las notas bajas son suaves y débiles, pero si lo que deseas son notas bajas, entonces no necesitas un piccolo, ¿verdad?

image El Concierto para piccolo en Do mayor, RV 443, de Antonio Vivaldi, es encantador. Probablemente fue escrito en su forma original para una pequeña flauta de pico, aunque sólo sea porque en tiempos de Vivaldi el piccolo, tal como lo conocemos hoy, no se había inventado aún. Pero he aquí otros maravillosos ejemplos para piccolo extraídos de obras orquestales:

image Dicho sea de paso, existen otros instrumentos de la familia de la flauta además del piccolo. La flauta contralto es una versión más grande de la flauta, que produce sonidos más bajos; se usa rara vez, aunque produce unas notas bajas de rica y sedosa calidad. En La consagración de la primavera de Stravinski encontrarás un picante obsequio de exóticos solos para flauta contralto, en especial cerca del comienzo de la segunda parte.

Aún mayor que la flauta contralto, y de sonido más grave, es la flauta bajo. Este instrumento es tan largo que el extremo tiene que curvarse y produce notas muy bajas. Esta flauta bajo es el instrumento que más se parece, por su sonido, a nuestra botella de vidrio.

El oboe

Como la flauta, el oboe produce sonidos mediante la vibración de una columna de aire. Pero en lugar de una abertura lateral para soplar en forma transversal, el oboe tiene una lengüeta doble, generalmente de caña, para soplar por ella dentro del cuerpo del instrumento (fíjate en la figura 11-2).

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Figura 11-2: Naturaleza muerta: oboe con doble lengüeta.

Si tocaras el oboe o fueras fagotista pasarías mucho tiempo fabricando lengüetas. Lengüetas de verdad, sacadas de un tallo de caña. Pues has de saber que en su gran mayoría, los oboístas fabrican sus propias lengüetas. La proeza de fabricarlas se considera un requisito de la profesión, además de, por supuesto, dominar la técnica propia del instrumento.

De hecho, la selección personal de la lengüeta por parte del oboísta determina la clase de sonido que producirá. Los oboístas suelen tener varias cañas disponibles, pero guardan las mejores para ocasiones importantes, como conciertos especiales y fechas memorables.

Para tocar el oboe

Para convertirse en un virtuoso del oboe sólo tienes que seguir estas sencillas instrucciones:

1. Inserta una lengüeta nueva en el extremo de un oboe, cuidando de que esté húmeda.

La lengüeta debe estar siempre húmeda; repetimos: siempre húmeda.

2. Coloca los extremos de la lengüeta entre los labios.

Éstos deben controlar las vibraciones de la lengüeta mientras soplas.

3. Sopla.

Ahora bien, puede ser que no obtengas ningún sonido. Todo dependerá del número de años que hayas estudiado oboe...

Debes tener en cuenta que este instrumento es uno de los más difíciles de tocar. Podríamos ubicarlo, con la trompeta, en el primer lugar entre los instrumentos cuyo sonido se diferencia más cuando se toca mal y cuando se toca bien. Si un principiante lo toca, el oboe produce un sonido estridente, nasal, como el de un pato al que están hirviendo vivo. Pero si lo toca un virtuoso, produce uno de los más bellos sonidos que hay sobre la Tierra: claro, vibrante, melancólico y pleno.

Para escuchar el oboe

image El primer lugar donde puedes disfrutar del sonido de un oboe lo tienes muy a mano, en las pistas de audio que acompañan a este libro. Busca la cadencia del oboe en la Sinfonía n.o 5 de Beethoven (pista 5, 4:29).

image Pero si deseas escuchar el oboe en todo su esplendor, es decir, tocado por un virtuoso, te recomendamos de corazón los siguientes conciertos:

Escucha, además, las siguientes obras, de proporciones menores, pero no por ello menos maravillosas:

De igual manera, intenta conseguir estas obras clásicas para escuchar algunos solos para oboe realmente espléndidos:

El corno inglés

Para empezar, y a pesar de lo que diga su nombre, el corno inglés no es ni corno ni inglés. A ver si conseguimos explicártelo. De hecho, el instrumento viene de Francia, donde recibía el nombre de cor anglé, es decir, “cuerno anguloso”, por su forma ligeramente curvada. Pero no se sabe ni cómo ni por qué, ese anglé acabó transformado en “inglés”. Y no sólo en castellano, sino también en inglés (english horn) y en italiano (corno inglese). Eso en cuanto a la segunda parte del nombre; sobre la primera, lo de corno, remite a la familia de las trompas (la conocerás en el capítulo 14), si bien no tiene nada que ver ni en cuanto a sonido ni técnica con ella. En realidad, el corno inglés es el primo mayor del oboe. Como es más grande, produce notas más bajas.

El corno inglés emplea una lengüeta doble como el oboe. De hecho, aparte de su tamaño, es un instrumento igual al oboe en muchos aspectos. Muchos oboístas lo tocan porque la digitación, es decir, la técnica de colocar los dedos en el lugar preciso para que suene determinada nota, es la misma en uno y otro instrumento.

image Uno de los más conocidos solos para corno inglés lo puedes encontrar en la pista de audio de La consagración de la primavera de Stravinski (pista 9, 0:44).

image En las siguientes obras orquestales el corno inglés tiene también un papel preponderante:

El clarinete

El clarinete parece un oboe, pero produce un sonido muy diferente: pleno, pero sin las aristas propias del oboe. Una causa importante de esta diferencia reside en que, mientras el oboe tiene una lengüeta doble (un pedazo de caña doblado dos veces sobre sí mismo), el clarinete tiene una lengüeta simple. La figura 13-3 muestra un clarinete.

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Figura 13-3: Un clarinete.

A diferencia de oboístas y fagotistas, los clarinetistas no necesitan fabricar sus propias lengüetas. Pueden comprarlas ya hechas, porque estas lengüetas son mucho menos temperamentales que las de los oboes. En consecuencia, la especie de los clarinetistas es, como su instrumento, mucho más tierna.

Instrumentos transpositores

image La ternura de los clarinetistas es afortunada, porque deben enfrentarse a uno de los más extraños conceptos musicales de todo este libro: el de los instrumentos transpositores. Hay varios de éstos en la orquesta, entre los cuales figura el clarinete. Esto significa que cuando usas la digitación que corresponde a una nota obtienes otra.

¡No te dejes llevar por el pánico! Ahora te lo explicamos.

En un instrumento como la flauta, por ejemplo, lo que tocas es lo que suena. Ves en la partitura un sol, tocas un sol y suena un sol. Así de sencillo. Pero en un clarinete tocas el sol y... ¡suena un fa! Dicho de otro modo, el clarinete transpone las notas un tono hacia abajo.

image Y éste es sólo el clarinete más común. Desde los tiempos antiguos, mucho antes del Siglo de las Luces, se conseguían clarinetes en una sorprendente variedad de tamaños: grandes, para producir notas graves, y pequeños para las notas altas. Cada tipo de clarinete transponía en forma diferente. En los clarinetes grandes tocabas lo que debería ser un sol, pero sonaba un mi. Como te podrás imaginar, la complejidad matemática de tratar de producir las notas correctas en un modelo determinado de clarinete volvió medio locos a docenas de clarinetistas.

Por fortuna, ciertos hábiles músicos del pasado tuvieron una idea genial.

¿Por qué no dejar a cargo del compositor toda la parte matemática? El compositor compensaría la tendencia del clarinete a producir en la realidad notas más bajas que las que se tocan, escribiendo antes las notas más altas. Entonces, todo lo que tendría que hacer el ejecutante sería tocar lo que está escrito, y se producirían los sonidos a la altura correcta.

Supongamos que estás tocando el tipo más común de clarinete, el que transpone las notas un tono hacia abajo. El compositor desea oír un fa: no hay problema; él escribe un sol en la partitura. Tú ves el sol, lo tocas, y suena el fa, que era lo que el compositor quería. Así el compositor obtiene lo que desea; nadie tiene que saber cómo, no hay dinero de por medio, y todos tan contentos.

Los clarinetistas pueden tocar hoy cualquier tipo de clarinete, sin ninguna clase de ajustes, gracias al esfuerzo adicional de los compositores, que escriben en la partitura para el instrumento en una tonalidad diferente de la del resto de la orquesta. Compositores, directores y aficionados a la música han aceptado que la partitura para el clarinete se escriba en una falsa tonalidad, en consideración a los clarinetistas de todo el mundo.

Los trompetistas y trompas trabajan de la misma manera, porque sus instrumentos son también transpositores. Pero de ellos hablaremos en el capítulo 14.

Para escuchar el clarinete

Los clarinetes son instrumentos de gran agilidad y gracia, con un sonido suave y muy expresivo que se funde a las mil maravillas con los demás instrumentos de la orquesta. Se diría que se puede convivir con ellos, lo mismo que con sus intérpretes.

image Los archivos de audio que puedes encontrar en la web del libro (www.paradummies.es) traen algunos pasajes maravillosos para clarinete. Busca el final del Concierto para piano n.o 22 de Mozart (pista 3, 0:59). Y luego escucha un sonido muy diferente: un canto de pájaros, tocado por el clarinete en notas altas, en La consagración de la primavera de Stravinski (pista 9, 1:14).

image Si quieres conocer algunos de los grandes conciertos para clarinete, deberías escuchar las siguientes composiciones:

Ahora considera las siguientes piezas:

Para finalizar, deberías escuchar estos fragmentos para clarinete dentro de la orquesta:

El fagot

Los instrumentos del grupo de las maderas tienen mucha versatilidad en su sonido, pero ninguno es más versátil que el fagot (mira la figura 13-4). Este hermoso instrumento puede sonar muy diferente en cada uno de sus registros.

image En el registro muy alto el sonido del fagot puede ser forzado, gutural, como de otro mundo. Si escuchas el comienzo de la obra maestra de Stravinski, La consagración de la primavera, oirás este raro sonido en todo su esplendor. Búscalo en los archivos de audio que vienen con el libro (www.paradummies.es), justo al principio de la pista 9.

Cuando lo ejecuta un profesional, el fagot produce, en el registro medio, un sonido pleno, suave y sensual. El instrumento puede ser, en el registro bajo, poderoso y denso, como en la famosa obra para niños Pedro y el lobo, de Serguéi Prokófiev, donde representa la voz del abuelo; o lúgubre, como en el pasaje para dos fagotes, en el extremo grave del registro, de la Sinfonía n.o 6 de Chaikovski (pista 7, 2:09).

image Los conciertos para fagot son escasos, pero los hay:

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Figura 13-4: El fagot.

Además de las apariciones del fagot en las piezas orquestales que hemos indicado, estamos seguros de que te gustarán estos otros solos, tomados de las siguientes obras:

El saxofón

El saxofón (puedes ver cómo es en la figura 13-5) recibió el nombre de su inventor, Adolphe Sax. Debemos agradecer que se llamara así y no, digamos, O’Sullivan o Komarinski...

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Figura 13-5: El saxofón.

El saxofón es el más moderno de los instrumentos de madera, con el mérito añadido que nunca ha sido de este material... Su relativa novedad ha hecho que no figure en muchas obras clásicas. Pero el saxo, como se le llama más familiarmente, es importante en el jazz y cada vez más compositores lo usan en la música clásica contemporánea.

El saxofón se fabrica de metal, pero se considera entre el grupo de maderas porque es muy similar al clarinete. Muchos clarinetistas lo tocan en sus ratos libres.

Hay saxofones de por lo menos seis tamaños distintos. Son instrumentos transpositores, como los clarinetes.

image En caso de que quieras escuchar un concierto para saxofón de gran virtuosismo, busca el Concierto para saxofón alto, op. 109 de Alexander Glazunov. O también puedes probar el Concierto para cuarteto de saxofones de Philip Glass si te gusta la música repetitiva y minimalista.

Y si quieres más, echa un vistazo también a estas obras:

De hecho, esta última obra es ideal para escuchar solos de todos estos instrumentos de la familia de las maderas.