El físico estaba muy impresionado por la imagen del remoto pasado del mundo que
yacía expuesta ante su vista. Durante casi una hora los dos geólogos le llevaron por las excavaciones yarda tras yarda, hablando de las criaturas que habían pasado por allí y especulando con futuros descubrimientos. La pista que ahora estaba siguiendo el profesor Fowler yacía en un ancho foso que se alejaba de la excavación principal porque había abandonado cualquier otro trabajo para investigarlo. En su extremo, el foso ya no era continuo: para ahorrar tiempo, el profesor había comenzado a cavar hoyos a lo largo de la línea de las pisadas. El último sondeo estaba completamente equivocado y una excavación posterior había demostrado que el gran reptil había realizado un repentino cambio de curso.
—Esta es la parte más interesante —dijo Barton al levemente mustio físico—. ¿Recuerda aquellos primeros lugares donde se había detenida un instante para mirar alrededor? Bueno, aquí parece haber divisado algo y se fue corriendo en una nueva dirección, como puede ver por el espaciamiento. —Yo no hubiera pensado que semejante bestia «pudiera» correr. —Bueno probablemente fue un gran esfuerzo, pero se puede cubrir una buena distancia con zancadas de quince pies. Lo vamos a seguir tan lejos como podamos. Incluso podemos llegar a descubrir qué estaba cazando. Creo que el profesor tiene esperanzas de descubrir un pisoteado campo de batalla con los huesos de la víctima alrededor. Eso haría que todos perdieran el sueño. El doctor Henderson sonrió.
—Gracias a Walt Disney, puedo figurarme la escena bastante bien. Davis no estuvo muy estimulante.
—Quizá sólo era la señora tocando el gong para la pena —dijo—. La parte más irritante de nuestro trabajo es la forma en que todo puede desaparecer cuando es más excitante. Los estratos han sido lavados, o hubo un terremoto... o peor aún, algún estúpido imbécil ha destrozado la evidencia porque no reconoció su valor. Henderson estaba de acuerdo.
—Puedo entenderlo —dijo—. Ahí es donde el físico tiene ventaja. Sabe que eventualmente obtendrá la respuesta, si es que hay alguna. Se detuvo con cierta timidez, como pensando sus palabras muy cuidadosamente. —Les ahorraría un montón de problemas, ¿o no?, si realmente pudieran «ver» lo que tuvo lugar en el pasado, sin tener que inferirlo por medio de estos métodos laboriosos e inciertos. Han estado siguiendo estas pisadas por más de cien yardas durante meses, y pese a todo su trabajo, podrían no conducir a ninguna parte. Hubo un largo silencio. Luego Barton habló con una voz muy cuidadosa. —Naturalmente, doctor, que tenemos bastante curiosidad sobre su trabajo —empezó— . Ya que el profesor Fowler insiste en no decirnos nada, hemos hecho una cantidad de especulaciones. ¿Realmente usted quiere decir que...? El físico le interrumpió muy apresuradamente. —No lo piense más —dijo—. Sólo estaba soñando despierto. Y respecto a nuestro trabajo, le falta mucho para estar terminado, paro sabrán todo acerca de él a su debido tiempo. No es que seamos reservados... pero, como todos los que trabajan en un nuevo campo, no queremos decir nada hasta estar seguros del terreno que pisamos. ¡Bueno, si algún otro grupo de paleontólogos apareciera por aquí, apuesto a que el profesor Fowler los correría con un pico!
—Eso no es del todo cierto —sonrió Davis—. Más probablemente los pondría a trabajar. Pero comprendo su punto de vista; esperemos no tener que aguardar demasiado.