9

 

 

Lunes, 26 de Septiembre

 

Esa mañana, Laura llegaba al trabajo con una idea para la reunión y la grabación de su sección de esa semana, esperaba no tener problemas para que la aceptaran. Todavía no se sentía con confianza suficiente en sí misma en lo que atañía a su nuevo trabajo.

Llegó temprano y lo primero que hizo fue investigar la localización exacta del lugar donde quería ir a comprar muebles. Nunca había ido, pero ya había oído hablar varias veces de ese espacio. Seguro que encontraba cosas interesantes para su tienda y para el programa. Además de mostrar una nueva ubicación, para encontrar muebles y antigüedades, a las personas que veían el programa.

Llegó a la sala de reuniones preparada y algo nerviosa. Empezaba a recordarle a su trabajo de informática antes de empezar con su tienda, reuniones, clientes, estrés, aunque con la diferencia de que esto era su pasión, la restauración de muebles.

Estaba sentada en la silla, escuchando a sus compañeros, cuando notó la mano de Tanya sobre su rodilla, la miró y vio que tenía una gran sonrisa en la cara, como era normal en ella. Con un leve movimiento de cabeza le señaló su pierna y entonces se dio cuenta de que la estaba moviendo inconscientemente, los nervios la estaban traicionando. Respiró profundamente e intentó relajarse, hasta que Alberto se dirigió a ella.

—Laura, antes de nada, quería aprovechar para decirte que tu sección está teniendo un gran éxito. Los mayores picos de audiencia del programa se dan cuando apareces en pantalla. —Laura se puso colorada por hacer el comentario delante de todo el mundo, aunque eso no evitó que se sintiera orgullosa de sí misma—. Aunque bueno, no hay que olvidar que sólo llevamos dos programas en esta nueva temporada, así que eso puede cambiar en cualquier momento. No hay que relajarse. —Laura bajó de la luna y puso los pies en la tierra al oír ese último comentario—. ¿Tienes algo pensado para tu próxima grabación?

—He descubierto una gran nave con muebles de segunda mano en El Vergel, en Alicante. Abren todos los días hasta las cinco de la tarde. Había pensado en salir mañana temprano y acercarme a ver qué encuentro. Me gustaría, si es posible, llevar a un cámara para mostrar el lugar y grabar el momento de la compra.

—Me parece perfecto. —Alberto, miró a Tony—. ¿Puedes mañana? —Él asintió.

—También he pensado, —continuó Laura— que si Berta se quiere venir con nosotros, podría grabar allí su sección. —Berta se sobresaltó al oír su nombre. Le gustó que la tuviera en cuenta y así se lo hizo notar dedicándole una sonrisa. Alberto la miró esperando respuesta.

—Me parece perfecto. Para esta semana tengo pensado hacer una entrevista a la decoradora Jasmine Álvarez, me va a enseñar una casa que ha decorado recientemente. Me encantan sus trabajos. Utiliza muebles nuevos, antigüedades e incluso muebles del Ikea, y los integra de una forma brillante, mostrando grandes diseños de lujo. La entrevista la tengo programada para el jueves. —Alberto asintió, era un gran logro, Jasmine Álvarez no solía conceder entrevistas y menos mostrar sus trabajos—. Luego, no hay problema, puedo ir mañana con Laura y Tony e incluirlo en el siguiente programa. —Sentenció Berta.

—Enhorabuena por la entrevista con Jasmine. —Le dijo Alberto. Todo el mundo la felicitó porque todos sabían lo complicado que era hablar con ella—. Bueno, pues si no hay más temas pendientes, a trabajar. —Todos se levantaron inmediatamente y se incorporaron a sus puestos de trabajo, para ponerse manos a la obra con todo lo acordado en la reunión.

Laura salió muy contenta, esperaba haber conseguido una nueva aliada en el trabajo con Berta. Era un hueso difícil de roer, y quería ganársela. Era muy inteligente y estaba segura de que podría enseñarle muchas cosas de este mundo tan desconocido para ella.

Mientras se dirigía a su mesa, notó que alguien la seguía, se dio la vuelta y casi se da de bruces con Berta que no pudo frenar a tiempo, aunque ella sí fue capaz de apartarse.

—Buenos reflejos. —Le dijo sorprendida—. Quería agradecerte que contaras conmigo para lo del Vergel. Me encantan las tiendas de segunda mano.

—De nada. Me había dado esa impresión. Y me parecía que podrías sacarle partido en tu sección. —Laura no le mentía, sabía que era muy buena en su trabajo y podría mostrar el lugar desde otra perspectiva a como lo presentaría ella.

—El problema es que vamos a tener muy poco tiempo, ¿verdad? —Laura sabía que Berta era muy perfeccionista y que grababa sus tomas una y otra vez, todo el mundo lo comentaba.

—Sí, se tarda algo más de cuatro horas en llegar. —Laura la miró a los ojos—. Pero seguro que nos da tiempo. —Berta asintió, sabía que tendrían tiempo de sobra para grabar sus secciones, pero esta vez tendría que ser a la primera, tendría que hacerlo en unas pocas tomas, cosa a la que no estaba acostumbrada, aunque eso no quería decir que no fuera capaz de hacerlo.

—Seguro que sí.

Asesinato en antena
titlepage.xhtml
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_000.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_001.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_002.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_003.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_004.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_005.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_006.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_007.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_008.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_009.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_010.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_011.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_012.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_013.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_014.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_015.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_016.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_017.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_018.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_019.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_020.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_021.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_022.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_023.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_024.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_025.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_026.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_027.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_028.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_029.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_030.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_031.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_032.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_033.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_034.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_035.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_036.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_037.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_038.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_039.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_040.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_041.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_042.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_043.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_044.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_045.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_046.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_047.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_048.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_049.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_050.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_051.html
CR!4CKAGN2WE172Q8048GSSVNRC2743_split_052.html