Iña, gracias por dar vida e imagen a mis personajes de una manera que jamás imaginé posible, por aguantar mis manías, mis rarezas y responder sencillamente con amor.
Para mi Mikel, por ser tan, tan especial que sin ti no creo que esta novela hubiera visto la luz. En cierto modo es tuya, cariño, porque estás ahí, en medio de todo el jaleo. Sin saberlo, le diste vida. Para mi Koldo, por tener un corazón tan inmenso que no le cabe en el pecho, por arrancarnos las carcajadas en los momentos más inesperados y ser sencillamente, único. Os adoro con toda mi alma.
Para mi tío, Muji y Onin, porque sin vosotros esta familia estaría totalmente coja. Y para el pequeñín que acaba de unirse a esta alocada familia y al que el amor nunca le faltará.
Para Guirnal, por cuidar incansable de todos nosotros y mostrarnos que no es necesario compartir la sangre para ser una más de la familia. Te mando todo mi cariño. Y para Daisy, por entrar a formar parte de esta familia y por su inmensa paciencia.
Se os quiere mucho.