Este es el mito fundacional de los hippies, la historia de Ken Kesey y los Alegres Bromistas.

Estamos en los años sesenta y Ken Kesey, el autor de Alguien voló sobre el nido del cuco, ha reunido a su alrededor a los «bromistas», una desmadrada corte de jóvenes radicales embarcados en novísimos proyectos de vida. Recorren los Estados Unidos de costa a costa en un autobús que conduce Neal Cassady (el mítico Moriarty de En el camino, de Kerouac, amado por Allen Ginsberg y por algunos de los mejores espíritus de su generación), y celebran la vida, el éxtasis orgiástico, las drogas que abren las puertas de la percepción. Y tienen a las fuerzas del orden y al F.B.I. en los talones… La utilización de monólogos interiores, diálogos y múltiples puntos de vista, recursos todos ellos provenientes de la literatura de ficción, combinados con técnicas propias del periodismo, como la investigación exhaustiva, las entrevistas minuciosas, el gusto por «la exclusiva» y un ojo agudísimo para el detalle revelador, dan como resultado este espléndido Ponche de ácido lisérgico. Calificada por los críticos de obra maestra de la «novela de no ficción», es la mejor crónica que se ha escrito jamás sobre el épico viaje de Ken Kesey y sus compañeros, verdadero «núcleo duro» del movimiento hippie, y une al interés de una historia fascinante, contada con escrupulosa fidelidad, la seducción de una atmósfera y unos personajes reales dignos de las mejores ficciones de Updike o de Bellow.