ACERCA DEL MATERIAL FOTOGRÁFICO
Eran imágenes caseras extraídas de la intimidad de un álbum familiar. Casi con toda probabilidad nunca fueron tomadas para publicarse. Por otra parte, algunas reproducciones han sido transferidas de grabaciones de video de hasta una cuarta generación. El trasiego a través de diferentes instancias clandestinas dentro de Cuba —y las copias realizadas no siempre con los equipos idóneos— fueron inevitables para el rescate del material y su colocación en puertos seguros del exterior. Asimismo una parte de las fotografías conoció los efectos del vivaqueo en el clandestinaje. Estas fotos y los stills de video seleccionados poseen un eventual interés como testimonio, y su probable valor histórico es el que ha prevalecido —con ambas fuentes— para su inclusión en el presente libro. Si el aserto de que la Historia es una sucesión de casualidades, nada más adecuado para redimir un episodio de guerra que esta porción de fotografías y de stills nunca concebidos con propósitos profesionales.
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Presentadas ahora como parte de la documentación de Dulces guerreros cubanos, las fotografías son reproducciones de las impresiones originales recuperadas en La Habana por Jorge de Cárdenas, Filiberto Castiñeiras, Antonio de la Guardia (hijo) o por el autor y que conservan en Estados Unidos. La posesión de muchas de las fotografías no acredita necesariamente a los propietarios como autores. Una considerable cantidad de nombres de los fotógrafos permanecen en el anonimato puesto que suelen forman parte natural del equipo operativo.