48 El grupo de la escolta cercana de Fidel —entre 10 y 16 hombres distribuidos en los tres o cuatro carros de su caravana regular— estuvieron armados hasta principios de los años ochenta con las legendarias metralletas UZI belgas de 9 milímetros, aparte de pistolas, y algunos AK-47. Aunque el personal de los grupos operativos en las proximidades de sus desplazamientos suele estar armado sólo con los AK-47 y el más moderno AKM. Fidel tiene a la mano un AK-47, «su AK-47», el mismo que le regalaron los soviéticos hacia 1963. Durante muchos años, llevó además una pistola Browning de 9 milímetros dentro de una cartuchera de cuero negro, enganchada de una faja tejida verde olivo y sobre su cadera derecha. Pero desde hace años y hasta el presente, ha cambiado la Browning por el arma emblemática de los sargentos y paracaidistas soviéticos de los años sesenta, una Stechkin de 20 tiros, la formidable APS (Avtomat Pistol Stechkin), que él prefiere sobre la pistola belga porque carga siete balas más en cada magazine. Siete municiones suplementarias en un combate cuerpo a cuerpo es un tema a considerar. Tampoco la trae en una cartuchera. Se la lleva —en un pequeño maletín «confeccionado al efecto»— el coronel José Delgado, presto a ponerla en sus manos a la menor señal de peligro. La Stechkin cargada y cuatro magazines de repuesto, 100 tiros en total. En cuanto a las metralletas UZI de la escolta, éstas han sido reemplazadas por los fabulosos fusiles cortos de asalto de AKS-74U, calibre 5,45, que entraron en servido en 1979, diseñados por los soviéticos para sus tropas especiales, fuerzas de desembarco aéreo, cuerpo de señales, ingenieros de combate, tripulaciones de lanzaderas de cohetes y unidades antimotines y que, según los fabricantes, es ideal para usar en áreas pobladas y fortificaciones de campaña.<<