PRÓLOGO DEL TRADUCTOR

Poco tenemos que añadir a lo dicho por el autor en el prólogo. Su vida de san Pablo, una de las mejores que se han escrito sobre el Apóstol de las Gentes, viene a llenar un vacío que se dejaba sentir en todas las biografías del gran predicador de la verdad y enamorado de la cruz de Cristo. El autor nos hace convivir, por decirlo así, con nuestro héroe, nos traslada a la época en que éste vivió, a las ciudades en que nació, estudió, predicó el Evangelio y padeció persecuciones por el nombre de Jesús. Nos explica por menudo las costumbres de la antigüedad, los usos y ritos del pueblo judaico; nos narra con toda exactitud los largos y penosos viajes del Apóstol; nos hace bellísimas descripciones de las principales ciudades donde éste anunció la buena nueva, como Antioquía, Atenas, Corinto, Éfeso y Roma; nos da a conocer a sus discípulos y cooperadores en su obra evangelizadora, y nos traza escenas encantadoras de los primitivos cristianos en los actos del culto, en los ágapes y en los servicios de caridad con que mutuamente se ayudaban y socorrían.

Hoy, que son objeto de tantas investigaciones los comienzos del cristianismo, de sus prácticas religiosas, de su liturgia, de la constitución y gobierno de la Iglesia, son de muy particular importancia las noticias interesantísimas y auténticas sobre todo esto que contiene la presente obra. De las cartas de san Pablo, las fuentes más puras del espíritu cristiano, nos ofrece el Dr. Holzner una magistral interpretación y enjundioso resumen, explicándonos las causas que las motivaron, las condiciones de las comunidades a las que fueron dirigidas y los rasgos más característicos de la teología paulina en ellas contenida. Sobre todo nos hace ver el encendidísimo celo de las almas que consumía al Apóstol, por cuya salvación arrostró tantos trabajos y peligros de muerte, y padeció tantas penalidades, azotes y encarcelaciones, y señaladamente su inflamado amor a Cristo, cuyo reinado quería extender por todo el mundo, su ardiente anhelo de padecer por Él, de estar clavado en la cruz con Él, de no vivir sino para Él y tener por ganancia dar la vida por Él.

Muy favorable y entusiasta ha sido la acogida que a esta obra alemana sobre san Pablo se ha tributado en toda Europa, y hasta en la India, la China y América.

Esperamos que los lectores de habla castellana dispensarán una benévola acogida a nuestro modesto trabajo de traductor, que hemos emprendido únicamente con el fin de que España no se vea privada de este tesoro de erudición paulina, con que muchas otras naciones se aprestan a enriquecerse, y de que se encienda en ella más y más la llama del amor a Cristo Rey, de que estaba tan inflamado el glorioso Apóstol.