EN VANO CADA DÍA PRUEBO NUEVAS SENDAS
En vano cada día pruebo nuevas sendas,
las que van hacia el verde de los bosques,
las que van a la fuente o hacia el peñón
donde crecen las rosas y mis ojos contemplan la comarca,
pero en ninguna parte te hallo, dulce amada,
y mis palabras se pierden en el aire,
esas devotas palabras que antes, a tu lado,
………………………………
¡Sí, estás lejos, rostro sublime!
Y ahora, tu vida ocurre demasiado lejos
para que yo pueda gozar de su armonía.
¡Pero dónde estáis, mágicos acordes que antes
traías a mi corazón la paz de los dioses?
¡Cuánto tiempo ha pasado! El hombre joven
ha envejecido, la misma tierra
que antes me sonreía, parece cambiada.
¡Adiós para siempre! Cada día, mi alma
vuelve a ti, y mis ojos te lloran
para que así lavados vean mejor
el lugar donde te demoras.