Con el viento y con el agua
hizo el tiempo que las piedras
se desgranaran roando
hasta convertirse en tierra.
Después vinieron los hombres,
con ellos también las guerras,
encontraron agua clara
y se miraron en ella
y enturbiaron el espejo
que tenían las estrellas.
Como todo mortal me pregunto quién soy
y a dar con la verdad no acierto […]
EL CABRERO, «Como todo mortal»