79 Se trata de unas líneas del artículo de Lenin Sobre la cooperación, escrito a comienzos de 1923, en el que después de enumerar que los medios de producción están en manos del Estado, el Estado en manos del proletariado, y el proletariado aliado a millones de campesinos, dice que con esto se tiene “todo lo imprescindible y lo suficiente para edificar la sociedad socialista completa” (Stalin, t. 8, p. 74-75). Del contexto del artículo de Lenin se desprende que por “sociedad socialista completa” se entiende aquí la inclusión de los campesinos, a través de la cooperación, en la órbita de las relaciones colectivas de producción. Evidentemente, esta frase aislada de Lenin puede dar pie a la interpretación de Stalin... si se prescinde de todo el marxismo, de El Capital, y de lo que Lenin había escrito un año antes: “Nosotros siempre hemos profesado y repetido esta verdad elemental del marxismo, que la victoria del socialismo necesita los esfuerzos conjugados de los obreros de varios países avanzados” (t. 33, p. 180). ¿Había olvidado Lenin en un año esa “verdad elemental”?
En su sugestiva Historia del bolchevismo, Arthur Rosenberg estima que en las tesis de Lenin sobre la incorporación de los campesinos al socialismo a través de las cooperativas de producción hay una vuelta a las concepciones populistas (véase p. 249, 250-253, 280). No vamos a desarrollar aquí las serias objeciones que pueden hacerse a esa opinión. Limitémonos a señalar que para Lenin el proletariado es la fuerza social hegemónica, mientras que para los populistas lo era el campesinado. El socialismo agrario de los populistas parte de la existencia todavía, en gran escala, de la antigua comunidad agraria rusa, mientras que cuando Lenin se plantea el problema de las vías para reestructurar el campo sobre bases socialistas, la comunidad agraria ha desaparecido: primero, en el curso del desarrollo capitalista hasta 1917, y lo que quedaba, a consecuencia del reparto de la tierra en usufructo individual después de Octubre. Con esto no queremos negar que puedan encontrarse ciertas filiaciones ideológicas entre el populismo y el bolchevismo, no sólo en el problema agrario.<<