Capitulo
20.
Esmeralda abrazaba a su mamá con tal
fuerza que Nayala tosió al sentir que la niña apretaba su garganta.
Daniel y Lucía miraban embobados la escena, le habían cogido mucho
cariño a Esmeralda y sentían una gran alegría al ver que por fin
madre e hija se habían reencontrado.
El inspector Romero estaba también
emocionado y le sabía mal tener que estropear aquel momento pero
debía interrogar a Nayala. Ya tenía parte de la información gracias
a Alfonso el ratero que acabó por explicarle lo sucedido con
Nayala, pero sabía que ahora venía lo difícil enfrentarse a Salazar
y su gente.
Y Nayala era un eslabón importante
ella debía saber mucho más y seguro que después de lo que le había
ocurrido estaría más que dispuesta a querer ajustarle las cuentas a
Salazar.
Romero sabía que debía poner al
corriente a sus superiores eso no era para un simple inspector de
policía pero pensó que si él podía descubrir que se escondía tras
toda aquella mierda tendría asegurado un buen ascenso y por qué no
iba él a aspirar a ello.
Se lo merecía llevaba mucho tiempo en
el cuerpo y ya era hora de que le reconociesen todo su
trabajo.
- Señora, yo siento interrumpir, pero
deberíamos hablar. _ Dijo Romero a Nayala_
- Por favor inspector, ¿ No puede
esperar? Permita a estas dos princesas que disfruten de su
reencuentro. Mañana sin falta le prometo que yo mismo se la llevo a
comisaría. _ Dijo Javier, intentando convencer al inspector para
que no separase a Nayala de su hija_
-¡ Está bien! No creo que nada cambie
por esperar un día más.
Javier salió con sus dos princesas
orgulloso y muy feliz al ver el rostro relajado de
Nayala.
Todavía no le había dicho nada pero
antes de ir a casa debían pasar por el aeropuerto, Javier había
reclamado el equipaje de la mujer y lo mandaban desde
Barcelona.
Estaba seguro que Nayala estaría
entusiasmada con volver a encontrarse con sus objetos
personales.
- Javier, ¿ No vamos a casa? _
Preguntó Nayala al ver que Javier no cogía el camino que les
conducía al apartamento del doctor.
Javier iba a contestar cuando la niña
interrumpió con sus preguntas_
- Mami ¿ Papá no va a venir aquí con
nosotras? Hace mucho tiempo que no le veo. ¿ Tu no le extrañas
mami?_ Preguntó Esmeralda a su madre _
- Mi amor papá no puede venir, pero
mejor hablamos después mas tranquilitas en casa ¿ Te parece? _ A
Nayala se le hizo un nudo en la garganta ¿ Como iba a decirle a su
hijita que no volvería a ver a su papá?
Javier que percibió el dolor y el mal
momento que estaba pasando Nayala salió en su
auxilio.
- Chicas tengo una sorpresa para
vosotras.
- ¡ A si que es, si se puede saber
Javier! _ Preguntó Nayala intentando poner emoción en su voz para
que su hija no se sintiese mal_
- Mami ¿ Quien es este señor? _
Preguntó Esmeralda_
Nayala cayó en la cuenta de que la
niña, no tenía ni idea de todo lo sucedido y que no podía entender
que hacía Javier Marín en sus vidas.
- ¡ Es verdad mi amor! Pero que torpe
es mamá ni tan solo te presenté al doctor Javier. ¿ Sabes? El me
cuidó muchísimo, mami estuvo muy malita en un hospital y él me
cuido muy bien hasta que pude recuperarme para ir a buscarte._ Le
dijo Nayala a su hija muy emocionada_
- ¿Pero mami, donde estuviste? Yo me
quedé solita en aquel armario mami, y tenia mucho miedo!_ Entonces
la niña comenzó a llorar al recordar aquellos difíciles
momentos_
- ¡ No llores mi amor! Mami ya está
aquí y jamás se separará de ti, perdóname lo siento, pero no fue mi
culpa yo…
- ¡ Ya se mami! Aquellos señores malos
te sacaron de allí. Yo me porté bien mami, me aguante las lagrimas
para no hacer ruido como tu me pediste. ¿ Lo hice bien
mami?
- ¡ Cielo, lo hiciste muy bien ! Y
mamá siente mucho haberte dejado solita pero no quería que te
causasen ningún daño.
-Bueno, tengo entendido que Lucía te
cuidó muy bien ¿ No es cierto?_ Preguntó Javier a la niña, para
apartar los malos momentos de su cabecita_
- Si y Daniel también, fue muy amable.
Pero entonces ¿Tu salvaste a mi mamá? _ Preguntó Esmeralda a
Javier_
- Bueno yo hice lo posible y le cure
sus heridas, pero creo que la curaste tú. Ella quería curarse para
ir a buscarte.
Nayala miraba a Javier con cara de agradecimiento, mientras acarició la mano de Javier.
- Bueno, bueno no nos has dicho que
sorpresa nos aguarda. _ Le reclamó Nayala_
- Mirad por la ventana_ Les dijo
Javier_
- ¡Mamí es el aeropuerto volvemos a
casa!_ Dijo la niña entusiasmada_
- No Esmeralda, todavía no, mamá aun
debe recuperarse._ Dijo Javier_
- ¡ Javier es el equipaje! ¿ Ya llegó?
_ Preguntó Nayala_
- Si vamos a recoger vuestras cosas ¿
Os parece bien?
- Siiii… _Contestaron las dos muy
entusiasmadas_