Capitulo
11.
Volvía a estar sola, Malena se había
ido hacía dos días y la rutina volvió a su vida. Sabía que tenía
que llamar a Joel pero le daba vergüenza estaba segura de que él
estaría dolido con ella por apartarlo de su
vida.
Alma se disponía a llamar a Marta,
cuando le sonó el móvil.
- ¡ Si dígame!_ Respondió
Alma_
- Alma soy Eric, perdona por no
contestar a las tus llamadas pero he estado muy ocupado y me ha
sido imposible ponerme en contacto contigo. ¿ Tienes algún problema
con la casa?
- ¡ Hola Eric ! No te preocupes no era
nada importante. Tan solo que como me dijiste que querías conocer a
Malena, te llamé por si querías comer con nosotras. Pero es igual
ya habrá otra ocasión.
- ¡Ostras como lo siento! Pero mira en
este momento estoy en Washington he estado súper liado desde que te
dejé. ¿ Malena ya se ha ido?
- Si ya está en París, pero cuando
acabe el curso vuelve y ya no vuelve ha marchar, se queda aquí a
terminar los estudios, estoy encantada.
- Eso está bien, estoy seguro que ha
sido el encanto de la casa lo que la ha hecho que decidiese
quedarse aquí._ Le dijo Eric de forma
divertida_
- ¡ Carai yo quería pensar que lo
hacía para estar con su madre! Pero puede ser que realmente no ha
podido resistirse al encanto de la casa, por cierto ha alabado el
tu buen gusto, está muy intrigada e interesada en conocer al hombre
que ha decorado la casa tan gustosamente.
- ¡ Gracias, gracias ! Alma lo siento
pero tengo que dejarte yo te prometo que pronto te llamaré. _ Una
muchacha le indicaba que le estaban esperando y Eric se vio
obligado a despedirse de Alma_
- Está bien cuando quieras, ya lo
sabes. ¡ Apa ves, ya hablaremos adiós !
- Adiós Alma hasta pronto._ Se
despidió el joven_
Alma salió de casa, Marta la estaría
esperando.
Marta hacía rato que estaba fuera de
su casa, en la calle esperando a que Alma llegase. La vio llegar y
le hizo un gesto con la mano para indicarla que estaba
allí.
- Como te cuesta salir de tu
fantástica casa nueva._ Le dijo Marta con
mofa_
- Buenos días a ti también Marteta. _
Le respondió Alma cariñosa e irónicamente_ Puedo salir
perfectamente de mi casa pero me han llamado por teléfono y me ha
entretenido un poquito.
- ¡ Vaya, quizás no sepas que el móvil
se llama así porque te puedes mover con él mientras hablas! ¿ Lo
sabías verdad?_ Marta seguía cinchando a su amiga pero luego le
preguntó mas seriamente _ ¿ Todo bien?
- Si claro ¿ Que pasa tengo mala
cara?
- Pues mira ahora que lo dices, si
pero pensaba que quizás era Joel quien te había llamado
y…
- No, no era él, ¿Que pasa?_le dijo
Alma a Marta con tono enfadado, su humor cambió al oír hablar de
Joel_
- El otro día me preguntó por ti, y me
confesó que estaba muy dolido porque le habías apartado de tu
lado.
- Marta no estoy preparada para dar
explicaciones a mi hija, Aun no hay nada serio entre nosotros y yo
no quiero preocupar a Malena sin ninguna
necesidad.
- No, si yo te entiendo, va camina que
llegaremos tarde y hoy a las doce tengo que estar en casa. Vienen a
traerme el televisor nuevo.
- ¿Has comprado un televisor? Pero no
era bastante nuevo el que teníais
- No quieras saber. Los niños jugando
se cayeron sobre la tele y la destrozaron, Dani pondrá el grito en
el cielo. Yo lo que he hecho ha sido comprar una para que cuando
llegue pueda verla y al menos eso haga que el susto sea
menor.
- Si mujer, si el Dani es un trozo de
pan_ Dijo Alma a su amiga_
- ¡ Si joder eso mismo pensaba yo del
Ferran! _ Alma la miró y no supo que
decirle_
Llegaron al gimnasio, a Alma le daba
un poco de vergüenza sabía que se encontraría con Joel y tenía
miedo a como reaccionaria él.
Pronto lo descubrió, nada más entrar
en el local lo vio las dos mujeres se dirigieron a los vestuarios,
dejaron las bolsas en las taquillas y se disponían a salir cuando
se encontraron de frente a Joel. La Marta siguió caminando después
de saludarlo. Y él cogió de la mano a Alma y la volvió a introducir
en el interior de los vestuarios, con una rápida mirada Joel vio
que no había nadie dentro, empujó suavemente a Alma contra una de
las taquillas y acercó su cara a la de ella, puso sus labios
dulcemente sobre los de ella y le dijo:
- Me muero por besarte, por recorrer
tu cuerpo, por sentirte en mi piel. No vuelvas a dejarme ¿Me
oyes?
Alma respiraba rápidamente, el corazón
le iba a mil, jamás se había sentido tan deseada y eso la excitó,
se cogió al cuello del hombre y lo besó con pasión, enseguida
perdieron la razón y entrelazaron sus cuerpos. Se devoraban el uno
al otro hasta que se rompió el encanto al sentir que alguien
golpeaba la puerta. Era Gemma la recepcionista reclamaba la
presencia de Joel, la pareja se separó azarosamente y se
recompusieron.
Joel contestó a la su compañera con un
" Ya voy".
Antes de salir de los vestuarios le
volvió a dar un beso a Alma y le dijo:
- No te creas que te has librado de mi
ya te cogeré.
- Ya sabes donde
encontrarme.
El hombre salió de los vestidores y
ella se quedó allí, dando un suspiro de satisfacción. " Joel no la
había olvidado" Después de que le diese el beso recordó como le
gustaba sentir su piel. Allí mismo en el vestuario le envió un
mensaje al móvil del hombre.
- Ven a casa cuando salgas de
trabajar, te necesito ha sido muy duro no estar contigo durante
tanto tiempo.
Enseguida recibió la respuesta de
él.
- No cuentes con dormir esta noche, me
debes un montón de horas de amor y me las pienso cobrar. Hasta
luego princesa.
Alma miraba una y otra vez el mensaje
que Joel le había enviado, se sentía como una nena de quince
años.
Tenía que perderle el miedo al que
dirán, quería ser feliz lo que le quedase por
vivir.