Capitulo
7.
Hacía tres semanas que llevaban su
relación a escondidas, Alma todavía no se veía preparada para
exponerse y que hablasen de ella. Marta sospechaba alguna cosa pero
prefirió no preguntar nada al ver que su amiga no se lo quería
explicar.
Aquel lunes por la mañana Alma
esperaba a Marta para ir al gimnasio, cuando recibió la llamada de
Ferran.
- Alma soy yo, tenemos que hablar.
¿Cuando quieres que nos veamos?_ La situación entre ellos estaba
mas calmada y ahora ya podían hablar sin
reproches_
- Tu mismo, eres tú quien siempre está
ocupado.
- ¿Te va bien en media hora?_ Preguntó
él_
- ¡ Pues la verdad es que ahora
no!
- Está bien ¿Cuándo podría
ser?
Alma lo pensó mejor y pensó que cuanto
antes terminase con aquello mejor.
- Vale, está bien en media hora nos
vemos en " Bocatas"_ Le dijo ella, pensó que en un lugar como un
bar sería mejor que no que Ferran entrase en casa. En casa se
sentiría mas cohibida_
- Jo había pensado que sería mejor en
casa _Dijo Ferran confirmando así lo que Alma
sospechaba.
- En media hora en " Bocatas" Si te va
bien, si no lo jamos estar._ Sentenció Alma no dejando lugar a que
Ferran siguiese intentando llevarla a su
terreno_
- Está bien hasta
ahora.
Alma sabía que se tenían que ver
debían hablar de la separación. Ella no quería que fuesen unos
extraños quien hablasen de sus asuntos. Alma esperaba poder
entenderse con Ferran y llegar a buen acuerdo, no pensaba en ella
logicamente ya que poco tiempo le quedaba para disfrutar lo que le
quedase. Pensaba en Malena quería asegurarle el
futuro_
De pronto se enfadó al pensar que no
podría ir al gimnasio. Iba a llamar a Joel cuando llego
Marta.
- Buenos días guapa, ¿Que estas
preparada?_ ijo Marta alegremente_
- Pues mira lo estaba pero no puedo
ir, ahora mismo me ha llamado Ferran y he quedado con él para
hablar. Ya no lo puedo retrasar más.
- ¡ Está bien mujer! Mejor que lo
dejes arreglado. Pero escucha no aflojes ni un poquito, ¿No es él
quien te ha dejado? Pues ahora que se rasque el bolsillo, no te
pongas sensiblera, cuando te venga con lo de su próxima paternidad
y lo costoso que es….y bla..bla…bla.
- Esta bien mami, no te preocupes seré
como "Cruella de Vil" ¿Te parece bien?_ Le dijo Alma a su amiga en
tono jocoso_
- No de verdad no te dejes joder ¿ M
oyes?
- No de verdad lucharé por lo que es
mío. Además está Malena yo no puedo mantenerla yo sola y sin
trabajo.
- Bueno me voy. ¿Quieres que le diga
alguna cosa a Joel? _Le preguntó Marta inocentemente sin
pensar_
- ¿ Y por qué tendría que decirle nada
yo a Joel? ¡No te fastidia!_ Alma le contestó un tanto
molesta_
- Alma que no me mamo el dedo
¿Sabes?
- Lo siento pensaba explicártelo pero
me daba vergüenza._ Le confesó Alma a su
amiga_
- ¡ Escucha Alma ya no estás casada y
yo no soy tu madre para decirte lo quédeles hacer.¡ Pero escucha,
que no te hagan daño! ¿Vale?
- ¿Por qué dices eso? _ Alma no
entendía a que venía eso_
- Alma por favor. Joel es más joven
que tú cuando se canse del polvo fácil, volverá a por una nena de
dieciocho supongo que eres consciente ¿Verdad que
si?
- La verdad es que creo que ya es
tarde para ponerme ha pensar en eso. Creo que me enamorado de ese
hombre.
- ¡Joder Alma! Eres la ostia, no
puedes enamorarte de ese tío de ese no ¿ Me
oyes?
- ¿Pero por qué no? El también me
ama.
- No, no te ama él se te folla y nada
más. No te engañes cuando se canse de hacerlo te dejará plantada
como una acelga.
- Puede ser que le deje yo antes._
Dijo Alma sabiendo que no era mucho el tiempo que le quedaba de
vida_
- Ahora aun te entiendo menos ¿Que
quieres decir?_ Marta no comprendía a su
amiga_
- ¡Vale basta me voy! Ferran me está
esperando.
Alma dio un pequeño empujón a su amiga
y las dos salieron de casa. Marta fue al gimnasio y Alma en
dirección contraria para
Encontrarse con su ex
marido.
Ferran estaba sentado en una mesa para
dos, tomaba un café solo. Alma al verlo sintió mucha tristeza en su
interior.
Como podrían haber acabado
así.
Aun le encontraba atractivo pero ya no
le veía con los mismos ojos de hacía veinte años. Ahora se alegraba
de que hubiese encontrado a alguien y que fuese feliz cuando ella
ya no estuviese. Alma entró en el local y se acercó hasta donde
estaba Ferran.
El se levantó al verla llegar, él hizo
un gesto como para darle un beso en la mejilla pero Alma desvió su
cuerpo y le ignoró, no quería gestos de cariño entre ellos ya no
era necesario.
- Hola Alma, ¿Como estas?_ Preguntó él
algo cortado por la situación_
- Ferran déjate de cumplidos y ves al
grano que me están esperando._ Le dijo ella muy
secamente_
- Está bien como tu quieras, pero
sería mas fácil si fuésemos un poquito amables el uno con el otro
¿No te parece?
- Mira no seas cínico donde estaba tu
amabilidad cuando me dejabas sola en casa para estar con...…_
Ferran la interrumpió antes de que dijese alguna
burrada_
- Alma es una buena chica, no es
ninguna fresca simplemente nos enamoramos. Estoy seguro que tu
también tendrás otra oportunidad y….Alma sintió una punzada de
dolor, ¿Oportunidad de qué? De vivir cuatro días más. Alma se
sentía rabiosa y esa rabia la descargó con
Ferran_
- ¡ Joder Ferran deja estar ya! ¿ A
ver que me quieres decir?
- Vale, mira la casa si que se tendrá
que vender por que tiene un costo muy alto y yo no podré seguir
pagándolos.
- ¡Ya! Y debes querer la mitad
¿No?
- Si, ya tengo comprador, si te va
bien el sábado iremos a verla aunque ya la conoce y le parece
bien.
- Ya la conoce. ¿Quien
es?
- Albert
Grimau.
- ¿ Tu jefe?_ Preguntó ella
incrédula_
- Si se ha separado y la quiere para
él.
- ¡Caramba! Quizás tenéis una epidemia
en la empresa._ Dijo ella con todo el sarcasmo de que fue
posible.
Ferran hizo un gesto con la cara,
aludiendo al comentario jocoso que había hecho la
mujer.
- La venderemos muy bien de precio.
Teniendo en cuenta que nos costó 500000 euros, él nos da
650000.
Alma puso una cara de aceptación. Pero
enseguida pidió explicaciones al hombre.
- Muy bien pero yo necesitaré tiempo
para buscarme un piso y no se cuanto puedo
tardar.
- Si eso es un problema pero creo que
con el presupuesto que tienes podrás encontrar alguna cosa
pronto.
Yo iré a recoger mis cosas y el
despacho. ¿Te parece bien?
- Si puedes llevártelo, llévate lo que
quieras yo no se donde podré meter todo lo que tenemos, no creo que
encuentre un piso lo suficientemente grande cómo para meter tanta
cosa.
- Albert dice que si dejamos los
muebles él nos abonará la diferencia de los muebles. Lo que nos de
de los muebles te lo quedas tú.
- ¿Y Malena, que se supone que tenemos
que hacer con ella?
- Le queda un curso que yo le pagaré
como estaba pensado. Su estancia en París podríamos
compartirla.
- ¿Recuerdas que yo no trabajo?_ Le
dijo Alma_
- ¿Recuerdas el dinero que teníamos
invertido?
- ¡Si supongo que se tendrá que
repartir!
- No, hace un tiempo que los
utilicé.... ¡ Espera no te alteres!
Ferran paró a su ex mujer al ver que
ella estaba dispuesta a protestar.
- Compré un local y un piso en el
paseo de la Bonanova (Una de las zonas mas privilegiadas de la
ciudad de Barcelona) Están alquilados y tu eres la beneficiaria. El
piso tiene un alquiler de 1200 euros i el local de 3000 euros. Como
puedes ver, creo que con eso te podrás mantener perfectamente
¿No?
Alma se quedó parada, su exmarido
había pensado en ella antes de dejarla, con que cara le tenía que
mirar ahora. En parte se sentía
avergonzada.
- ¡ Vaya! No se que decir.
Gracias.
- No me tienes que dar las gracias. Si
tenemos todo eso es gracias a ti. A saber aguantar mis ausencias
cuando yo me pasaba el día fuera de casa haciendo
dinero.
Tu siempre has sabido ahorrar y
gracias a ti soy quien soy. No se me olvida. Jo también te he de
dar las gracias y pedirte perdón. Pero Alma nunca te quise hacer
daño, simplemente pasó Y no lo supe parar a tiempo, ¡ Lo
siento!
- Está bien, supongo que es culpa de
los dos. Yo también me acomodé a que fueses tú quien trabajase y
que llevases el peso de todo. ¡ Yo también lo
siento!
Se cogieron las manos y a los dos le
cayeron unas lagrimas por el amor perdido.
- ¿Mi hija no me perdonará verdad?_
Preguntó el hombre apesadumbrado_
- Tienes que darle tiempo, poco a poco
lo aceptará ya sabes que es una buena nena.
- Yo la quiero mucho y no quiero
perderla.
- Todo irá bien ya lo verás, ten
paciencia. Y pase lo que pase no te separes de ella, ¿Me oyes?
Prométemelo._Le pidió ella con lagrimas en los
ojos_
- ¡ Claro que si
mujer!
- Quiero que me lo
prometas.
- Está bien no lo entiendo pero te lo
prometo jamás la dejaré sola. Pero ¿Pasa alguna cosa que yo deba
saber?
- No pero me quedo más
tranquila.