Capítulo 19
El frío se albergó
en su interior. La historia se volvía a repetir en su vida. Estaba
perdiéndola de nuevo, al verla tan pálida. Ordenó de inmediato que
fuesen por el médico, mientras en la tomaba en sus brazos y decidía
llevarla a su hogar.
_ Danielle, no me dejes... No me
dejes..._ simplemente pudo susurrar, sin encontrar una respuesta de
su parte_ Estarás bien… Estarás bien…_ decía intentado buscar una
calma que le era negaba. Era consciente que todo ello era una
mentira. Él ni siquiera podía predecir que pasaría la llegar a su
hogar.
En su interior sentía un
gran peso de dolor y preocupación, me encontraba preocupado, tanto
por ella, como por su bebé.
Pero, ¿qué había
sido de Lord Wynthrope Burrough?
Las horas se le
hicieron eternas. Y en medio de ellas, se había enterado que había
ocurrido un accidente con un tílburi. Y había resultado muerto su
ocupante.
Lord
Wynthrope Burrough.
Y una cosa
se unió con otra. Ella había escapado con él. O simplemente... Él
la había amenazado, y después de deshacerse de ella, había
huido.
Pero todo lo que
llegaba a su cabeza eran ideas que no encajaban en
sí.
Hasta que cerró
los ojos y un recuerdo llegó a su cabeza.
_ ¿Por qué entonces estás
llorando?
_ Si te lo digo…
Me prometes que sea lo que sea, me dejaras terminar… Es sobre mi
pasado.
_
Danielle…
_ Por favor,
escúchame… Debo contarte quien soy realmente… Contarte quien era
antes de...
_ Sé quien
eres…_ dijo al
interrumpirme_. Y es lo que realmente me importa
saber de ti…
_ ¡Claro que
no!... Y ya no quiero ser una mentira en frente de ti. ¡Ya no lo
soporto! ¡No más!... Me estoy muriendo por dentro día por día al no
decírtelo.
_ ¿Una
mentira?_ dijo
sin entenderme. Me veía tan exaltada.
_ Sí, es lo que he sido desde que te
conocí. ¿Recuerdas el nombre de Kathryn
Alcester?
_ Era el nombre
de tu madre, ¿no?
_ Sí… Pero en
este momento te estoy hablando de Lady Kathryn Alcester. Aquella
mujer que ocultaba sus ojos verdes avellanas tras un antifaz color
granate, adornado con plumas blancas y beige. Y un vestido granate
guarnecido con cintas de seda. En el baile de disfraces de Lord
Aniston… ¿Has olvidado a esa mujer?
El pasado se empezó a
dibujar en sus recuerdos.
_ ¿No me comprendes aún lo que quiero
decirte?
_ No… La
realidad, no.
Danielle respiró
hondo…
_ Aquella mujer tenía una copa de
champagne que supuestamente te derramó. Fingió vergüenza. Se excusó
de mil maneras contigo. Mirándote a los ojos. Para después salir de
allí a la terraza… Donde tú después la
alcanzaste.
La mente de Henry
se detuvo en aquel recuerdo. Como si el presente y el pasado se
hubiese unido en ese instante. Miró a los ojos a Danielle, mientras
sus lágrimas y su dolor le expresaban todo aquello que ella
intentaba decirle.
_ ¿Eras
tú?
_ Sí… Era yo… Y
tú… Tú habías caído en mi trampa.
_ ¿Tu
trampa?
_ Lord Wynthrope
Burrough me había engatusado con sus mentiras. Aprovechándose de mi
odio… Me hizo creer que era un mal hombre y que habías lastimado en
honor de una dama. De la misma forma en que había creído que mi
padre lo había hecho con mi madre… Ingenuamente le creí. Le
creí…
_ ¿Conoces a Lord
Wynthorope Burrough?_ dijo enardecido, colocando sus manos en mis hombres.
Lastimándose sin percatarse de ello.
_ ¡Sí!... Por desgracia
si…
_ ¿Quién eres
realmente?
_ Soy la dama del
antifaz… Soy quien te dijo que se llamaba Lady Kathryn Alcester...
Soy una mentira que la vida lastimó y engañó… Soy aquella persona
quien logró hacerte creer en sus palabras aquella noche, mientras
te robaba tus pertenecían._ sacó de sus bolsillos aquel broche de camafeo que Lord
Wynthrope Burrough le había entregado como obsequio por su trabajo.
El camafeo que ella le había regalado a él siendo
niños.
_ ¡¿Fuiste tú?!_ dijo aún más
enardecido, mientras sus ojos brillaban ahora de rabia y
dolor.
_ Sí… Me
lastimas… Me haces daño…
_ No tanto como
el que me has hecho a mí con esa verdad… ¡¿Por qué te prestaste a
eso?! ¡¿Ahora sigues mintiéndome?!
_ Henry… Me
lastimas…_ dijo
al sentir como él la sujetaba con más
fuerza.
_ ¿Por qué no me dijiste la verdad
cuando nos reencontramos en casa de Lady
Eleonor?
_ Porque me
sentía avergonzada de todo lo que había
hecho…
_ ¿Por qué ahora
te atreves a decírmelo?
_ Siempre lo
intenté… Te dije de tantas forma que no era buena para ti, pero te
negaste a escucharme.
_ No como ahora…
¡¿Por qué?!
_ Porque ahora es a mí a quien Lord
Wynthrope Burrough está
amenazado…_ dijo
y le mostró aquella nota que ella había
recibido.
Y la culpa volvió
arremeter contra él, porque cuando ella más le había necesitado, él
la había dejado sola y desamparada.
Cada minuto que
pasaba, era una eternidad. Nada podía calmar sus nervios. Ella y el
bebé no estaban bien. Lo sabía. Lo había visto en la mirada de
aquel médico al decirle que, debido al golpe que ella había tenido,
se le había adelantado el parto. Y no era necesario que la madre
estuviese consciente. La fuente se había roto, por lo que él debía
estar preparándose para lo peor. Perder a dos seres importantes de
su vida. Su esposa y su hijo.
Sus ojos se
llenaron de lágrimas. El dolor era indescriptible. ¿cómo decirle
adiós a una parte de él y al fruto de ese
amor?
Se sentía
aturdido.
Golpeado.
Y
hundido.
Caminar de un lado al
otro no le llenaba en paz. Y no había ni siquiera respuesta que
darle a su pequeña hija. ¿qué podía decirle? ¿qué estaba por perder
a su pequeño hermanito?
Era tan amarga aquella
verdad.
Nadie podía conseguir
calmarle. Su sufrimiento no tenía ninguna
calma.
Y los recuerdos volvían
a arremeter en contra de él.
_ ¿Por qué huiste cuando te pedí que
me hablaras de ese pasado que no te permite aceptar mi propuesta de
casarte conmigo?
_ Porque me duele
hablar de él… Porque me arrepiento de cada cosa que hice. De cada
cosa que estuve a punto de hacer…
De…_ dijo al
bajar la cara, mientras lloraba sin consuelo
alguno_Porque me hizo ser una mentira. No hay día en que
despierte y me arrepienta de todo aquello, mientras desearía poder
retroceder el tiempo. Detenerlo en ese ayer y cambiar lo que hice
mal…
_ Danielle, por
favor… No llores más.
_ Por eso le pido
que sea mejor que no me ames… Ya no soy esa Danielle que recuerdas.
Debes entenderlo... Por eso decidí huir. No había nada más de que
hablar.
_
Danielle…
_ Lord Henry
Wellsby es mejor que se olvide de lo que siente por mí, y busque
una mujer que pueda corresponder sus sentimientos. Y sea digna en
ser su esposa._ le dijo con firmeza, aunque por dentro se rompía en mil
pedacitos_… Yo…
_ Déjeme
informarle señorita Spencer,_
le respondió en el mismo tono de voz
que ella había utilizado_ que dejarla de amar es un imposible
para mi corazón. Es como pedirle al tiempo que ya no transcurra
más... O pedirle al sol que no salga más o a la luna que no brille
de noche.
Se recordó a Danielle
suspirar con aflicción.
_ No debería amarme… no soy buena
para usted..._ le
expresó una vez más, en un tono de voz que le había hecho ver a él
aquel conflicto interno que ella tenía dentro. Mientras cerraba los
ojos. Tratando de insistir en aquello para no arrepentirme
después.
Ella siempre había
tratado de advertirle. Sin embargo, él se había negado a
escucharle.
Ahora la verdad estaba
en frente de ella. Haciéndole ver aquella dulce y amarga mentira,
que ella era, y había tratado de alejarse de su
vida.