Capitulo 20.
Malena y Eric
estaban llegando a " Serenitat" la chica llevaba todo el camino
maravillada, desde que habían bajado del avión y cogieron el coche
no paraba de exclamar a cada curva. El paisaje era fantástico y
cuando estaban llegando a su destino y las aguas del "Lago Como "
aparecieron ante ella produjo un grito emocionado al ver semejante
maravilla. Eric sintió una satisfacción
enorme.
Era fantástica la sensación que sentía
al ver a Malena disfrutar de todo aquello que él estaba tan
acostumbrado a ver. Pero incluso con ella a su lado todo le parecía
mas hermoso que nunca.
- Qué ¿ A que te parece precioso?_ Le
preguntó el con cierto orgullo_
- ¿ Precioso? Es maravilloso no creo
haber visto un lugar mas lindo. ¡ Que sensación de
paz!
- Pues ya veras cuando veas
"Serenitat"
- Serenitat, ¿Es un caballo, o un
perro, quizás es tu perro favorito._ Dijo la joven inocentemente,
lo que hizo reír a carcajada limpia a Eric_
- No " Serenitat" es el nombre de la
casa, bueno del palacio, será mejor te lo vayas imaginando como un
palacete, si te dijese que es una casa te
engañaría.
- ¿ Es muy
grande?
- ¡ Si, lo es!
- ¿ Y quien vive
allí?
- Pues mira dentro propiamente del
palacio nadie al no ser que esté yo. En una casa a pocos metros
viven la Gina i su marido Berto que son una pareja ya mayor que
cuidan que todo esté en orden.
- ¿ Y nadie
más?
- No, puntualmente vienen jornaleros a
hacer las labores más duras y me temo que pronto tendré que buscar
a alguien para hacerse cargo de la propiedad pues ellos ya están
mayores y llevan toda su vida trabajando para mi
familia.
- ¿Cómo los señores
Martí?
- Si exactamente, todos ellos
comenzaron a servir de muy jóvenes para mi abuelo, después para mis
padres que murieron muy tempranamente cuando yo era un niño y quedé
al cuidado de mi abuela. Veníamos todos los años hasta que la mujer
ya no pudo viajar más.
- Es fascinante que en los tiempos que
vivimos hayan trabajadores y patronos tan fieles los unos a los
otros.
- Bueno mi abuelo siempre decía . Si
un trabajador funciona por qué cambiar y además cuando la relación
es tan personal acaba habiendo vínculos afectivos e incluso de
cariño, por lo tanto no son simplemente unos trabajadores al uso.
Todos son parte de mi vida y como tal intento cuidar de
ellos.
Malena estaba encantada con este
hombre que a pesar de ser tan joven era tan maduro para haber
continuado con la filosofía que había heredado de sus
antepasados.
Le gustaba Eric y cada vez más, eso no
lo podía negar.
La chica no paraba de girar la cabeza
a una banda y a otra mirando cada detalle del paisaje por donde
estaban pasando y su sorpresa va ser total al llegar y ver el
palacio. Después de hacer unos trescientos metros bajo la sombra de
los plataneros se descubrieron unos jardines bien definidos y
cuidados a los pies de un palacio que parecía de cuento de
hadas.
En las grandes escalinatas que daban
paso al interior de la vivienda estaban la Gina y Berto que
esperaban ansiosos la llegada de su amo la posible mastresa de la
casa.
Malena se sintió nerviosa y un poco
avergonzada ,sabía que sería observada i tal vez evaluada para
poder ser la pareja de un conde.
Pero rápidamente sus miedos
desaparecieron al bajar del coche se encontró con una afectuosa
acogida por parte de la pareja del
servicio.
- ¡ Buongiorno signorina!. ¡Ho signore
è molto bella!_ Exclamó Gina con toda
naturalidad_
- Buongiorno signorina, sono Berto. _
Saludó tímidamente el hombre.
- Buongiorno io sono Malena Sardá,
felice di encontrarvi. _ Malena se había preocupado de aprender
algunas frases basicas de cortesía lo cual llenó de orgullo a Eric
y sobre todo a Gina que para ella era muy
importante_
- Buenos días, Berto ,Gina…_ Saludó
también Eric a la pareja.
Y rápidamente abrió el maletero del
coche. Berto fue a su lado para ayudarle a transportar el
equipaje.
Mientras Gina hablaba con Malena,
aunque la mujer hablaba tan deprisa que a Malena se le hacía
imposible entenderla, pero le gustaba tanto sentirla que fue
incapaz de cortar a la mujer. Fue Eric quien al ver la cara de
Malena quien cortó la conversación.
- Malena, no te
dejes enredar, Gina habla perfectamente el
catalán.
- Está bien pero de esta forma nunca
se podrá entender con los vecinos y cuando pase eso ¡ Usted será el
culpable!
- Me encanta sentirla hablar el
italiano pero me cuesta entenderla, le prometo que pondré interés
por aprender de verdad._ Le dijo Malena con una sonrisa en todo
momento_
- ¡ Mama mía! Que muchacha tan dulce.
_ Ahora Gina gritaba lo suficiente para que Eric la pudiese
escuchar_ No se la merece ¿Me oye? Es demasiado bonita y sensata
para usted.
- ¡ Gina ! Válgame Dios, que pensará
Malena de mi, si dices estas cosas.
Berto ya había entrado todo el
equipaje y se despidió. Al hombre le costaba relacionarse, era
servicial y amable pero no era lo sociable que era su mujer,
siempre le dejaba a ella la responsabilidad de hablar con el
amo.
El se limitaba a cumplir las ordenes
que le llevaba Gina.
Cuando ya habían
descansado del viaje y habían comido, Eric y Malena salieron a dar
una vuelta por la finca.
- Malena, lo que me explicaste de tu
madre y aquel chico…..Joel fue muy duro, lo entiendo
pero…..
- Ahora no Eric, por favor._ Malena
tenía miedo que si hablaban de todo aquello Eric y todo su mundo
podían esfumarse en un momento_
- Tan solo quiero saber si tengo
alguna posibilidad de que llegues a amarme, tan solo eso. _Insistió
él_
Malena le cogió la mano y le dio un
beso en la mejilla antes de decirle:
- Estoy aquí contigo
¿No?
- ¡Si claro! Va ven que te enseñaré un
rinconcito precioso.
Fueron tres días fantásticos, Malena
disfrutó de verdad y realmente había conexión con
Eric.
El ultimo día después de una buena
cena y varias copas de vino Malena, se dejó hacer el amor y para su
sorpresa fue maravilloso. Aquel hombre la estaba conquistando, la
prueba era que en ningún momento pensó en Joel, se entregó a Eric
en cuerpo y alma y lo disfrutó.
Tal vez le había llegado la hora de
ser feliz y no pensaba dejarlo pasar.