Capitulo 15.

 

Alma se fue a casa sin decir nada a su amiga Marta, hasta sentía vergüenza de quedar como una estúpida delante de su amiga.
¿Qué pensaría de ella? Marta ya la había avisado que aquel chico solo quería un polvo de vez en cuando con ella, pero ella no la quiso escuchar y ahora se encontraba con que lo que Marta le había dicho era cierto. Que vergüenza sentía, se miro al espejo y vio una mujer a la que nunca había visto.
Veía una mujer ridícula que todavía se creía joven y que era capaz de seducir a un hombre mas joven que ella. Pero como había estado tan ciega.

Alma se sentía hundida y decidió que era el momento de acabar, se tomó un tubo de pastillas tranquilizantes y se metió en la
cama. Alguna cosa pasó por su cabeza enferma que la impidió pensar en lo que sentiría su hija cuando la encontrase allí sin vida.

No, no pensó en nada de eso, solo pensaba en que quería desaparecer y que nadie pudiese ver como se había enamorado como una colegiala sabiendo que la vida se le iba se sentía despreciada por el hombre que amaba y sobre todo sentía mucho dolor y vergüenza de ella misma simplemente no quería vivir esperando la muerte. Enloqueció y perdió el sentido de la realidad.

 

Malena llegó a casa envuelta en un sueño de ilusión. Joel la había besado con deseo, era curioso como la vida podía cambiarte en cuestión de segundos.

Aquella noche fue al desfile de moda sin pensar que la estaba esperando el amor, no lo tenía previsto fue completamente inesperado pero cuando vio aquel hombre supo que estaría en su vida. No podía explicar lo que sintió al verlo, ella nunca había creído en eso del flechazo, o amor a primera vista pero estaba claro que se equivocaba. Había pasado todo el día con él y ahora ya le añoraba ¿Cómo podía pasar eso en tan corto espacio de tiempo?
Cerró la puerta de la calle con mucho cuidado, no sintió ruido alguno había un gran silencio. Dio por supuesto que su madre dormía placidamente y no tenía intención alguna de despertarla si lo hacía el interrogatorio podría alargarse demasiado y no le apetecía solo quería dormir y soñar con él.

 

Malena se despertó con el ruido del timbre, que sonaba insistentemente hacía un buen rato.
La chica se levantó muy confundida pues no hacía mas de cuatro o cinco horas que se había metido en la cama. ¡Joder ! Eran las nueve de la mañana. No entendía quien podía ser a esas horas y aun menos lograba entender por qué su madre no habría la puerta.
Malena salió de la habitación, iba en camiseta y braguitas no podía abrir la puerta de aquella forma.

- ¡ Mamá....! Puedes abrir tu por favor?_ Gritó la joven esperando la contestación de su madre_

Silencio no contestó nadie. El timbre siguió sonando.

- Un momento por favor ya voy._ Gritó Malena malhumorada_

Entró en su habitación y se puso un pantalón de chándal y fue hacia la puerta de la calle y la abrió.

- ¡ Hola reina! ¿ Es que no está tu madre? _ Dijo Marta si decir ni siquiera buenos días_
- ¡ Ostras no sé! Estoy medio dormida he llegado de madrugada y estaba en pleno sueño. ¿Pero no se supone que os ibais al gimnasio?_Preguntaba Malena muy desorientada todavía y muerta de sueño_
- Pues si es extraño que no esté preparada. ¿No estará en la cama, quizás no se encuentra bien?_ Es la única razón que encontraba Marta para que Alma no estuviese despierta al no ser que hubiese salido de casa por alguna razón_

- Va pasa y vamos a su dormitorio_ Dijo Malena tan tranquila. Inconsciente de saber lo que se encontraría pocos minutos después, siguió la conversación con Marta ¿Qué como va la dieta? Ya se te nota, estas mejor.
- ¡Si seguro! Eso de adelgazar es un rollo, tu no sabes que sufrimiento.

Llegaron al dormitorio de Alma y Malena golpeó la puerta con los nudillos de la mano.

- ¡Mamá, la Marta ya está aquí! ¿Oyes?

No recibió ninguna contestación, las dos mujeres se miraron y se asustaron. Marta se decidió a abrir la puerta, El día antes Alma se había ido del gimnasio sin decirle nada y después la estuvo llamando varias veces durante la tarde sin recibir respuesta. No se preocupó demasiado, pensó que tal vez había quedado con Joel. Pero ahora si estaba asustada de verdad, entonces abrió la puerta del dormitorio y la vieron.

- ¡Mamá... mamá que tienes despierta mamá…_ Malena gritaba desesperada a su madre mientras la zarandeaba por los hombros_
- ¡Déjame reina! _ Le dijo Marta apartándola suavemente para acercarse ella hasta su amiga le tocó la mano y estaba bien fría.
La mujer dio un grito ahogado y comenzó a llorar.

- Alma despierta vamos._ No sabía por qué le pedía que se despertase si sabía que estaba muerta. Miró alrededor de la habitación y vio el bote de pastilla sobre la mesita de noche.

Marta se giró y abrazó a la chica que miraba incrédula el cuerpo sin vida de su madre.

- ¡ Mamá ! ¿Qué has hecho? ¿Por qué mamá?
Marta no está muerta, ¿nerdad que no ? No, .no está muerta. Mamá despierta._ Malena movía a su madre intentando que la mujer se despertase pero no fue así.
Marta sabía que debía ser fuerte, ¿Qué haría aquella pobre chica? Tomó las riendas de la situación, a pesar que el dolor la mataba por dentro, Alma su amiga se había muerto y ella no podía hacer nada.
Cogió el móvil de Alma que estaba sobre la mesita de noche y llamó al Ferran.
Malena estaba sentada en el suelo cerca de la cama donde yacía su madre, lloraba y miraba a su madre preguntándole continuamente ¿Por qué? ¿Por qué lo había hecho?

- ¿Ferran ? No, no soy Alma soy Marta ven a casa de Alma ha pasado una desgracia y tu hija te necesita.
- ¿Que ha pasado? ¿Le ha pasado algo a Alma?_ El hombre se sintió angustiado, que podía suceder se preguntaba_
- Si Ferran está muerta, va ven rápido._ Le pidió Marta_
- ¡ Dios mío ! Ya voy, ya voy ¿Y Malena?
- Está conmigo, espabila ven ya.

La mujer llamó una ambulancia y a la policía, realmente no sabía si debía hacerlo pero pensó que era lo mejor.
Mientras esperaban que llegase alguno de ellos Marta sacó a Malena del dormitorio, la llevó hasta el salón y se sentó junto a la joven.
Malena quería saber, quería entender que llevó a su madre a hacer aquello. Pensaba que su madre era feliz estaba segura que había superado la separación de su padre y resulta que no era así.¡Como no lo había visto, ahora se sentía culpable muy culpable. Ella estaba de fiesta mientras su madre estaba en casa pasándolo mal.

- ¿ Marta como no me di cuenta que mi madre no era feliz, yo creía que ya había superado lo de mi padre?_ Le decía la joven convencida que era la separación de su padre lo que había llevado a su madre a aquella situación_
- ¡Y lo había superado, te lo aseguro! Creo que no ha sido eso, pero de todas formas no entiendo que le ha pasado por la cabeza para hacer lo que ha hecho.
Ya sabía yo que ese tío le traería problemas, la advertí pero...

Entonces se dio cuenta de que estaba hablando demasiado, sabía que la chica no tenía ni idea de que su madre estaba saliendo con un hombre.

- ¿ Qué quieres decir? Va dímelo ¿Quién coño es ese tío y que le ha hecho a mi madre?_ Malena estaba fuera de si, no entendía nada_
- Cariño, no le ha hecho nada simplemente tu madre se había enamorado como una adolescente y él no quería compromisos._ Marta fue muy delicada a la hora de explicarle la situación porque realmente ella sabía que Joel solo quería de Alma un buen polvo de vez en cuando. Pero no podía ser tan cruel con Malena_ Perdóname reina. El es mas joven y se que tu madre quería vivir con él. Se lo había pensado mucho porque no quería disgustarte, pero me imagino que las cosas no salieron como ella quería._ Marta creyó que debía poner al corriente a la joven eso quizás podría ayudarla a entender aunque solo fuese un poquito_
- ¿Quien coño es?, ¿cómo se llama? ¿Dónde puedo encontrarlo?
- Le conoció en el gimnasio es entrenador y....
- ¡ Me voy! Dile a mi padre que ahora vengo, voy a ver a este cabrón. ¿Cómo se llama y en que gimnasio está? Marta dímelo no intentes pararme porque ni que tenga que ir gimnasio por gimnasio. ¡Vamos dímelo! _ Malena gritaba como una posesa, no razonaba, pensaba encontrar a ese hombre_
- Malena reina donde quieres ir, él no tiene culpa ya…._ Malena la cogió fuertemente por el brazo_
- ¡ Que me digas como cojones se llama ese cabrón !
- Malena, el Joel no tiene la culpa, él.…_ Inconscientemente Marta pronunció el nombre de Joel y Malena sintió una punzada en el corazón creyó que la sangre se le helaba_
- ¿Quién has dicho?
- ¡ Está bien Joel, se llama Joel y ….. ¿Malena que te pasa hija, que tienes?
La chica se cayó en redondo al suelo, el corazón se le rompió por segunda vez aquella mañana.

 


Andrea
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