PIETÀ
En el pueblo natal del héroe,
contemplar el monumento, elogiar sus dimensiones,
espantar a dos gallinas en la entrada del museo vacío,
preguntar dónde vive la madre,
llamar, empujar la puerta chirriante.
Cabeza erguida, pelo liso, mirada serena.
Decirle que llegas de Polonia.
Transmitir saludos. Preguntar en voz alta con clara pronunciación.
Sí, le quiso mucho. Sí, de niño ya era así.
Sí, estuvo allí esperando, pegada al muro de la cárcel.
Sí, oyó los disparos.
Lamentar no haber cargado con el magnetófono
y la cámara de fotografiar. Sí, sabe para qué sirven.
Leyó su última carta en la radio.
Cantó sus canciones de cuna preferidas en la TV.
Incluso salió en una película, llorando
por culpa de los focos. Sí, la conmueve que le recuerden.
Sí, está un poco cansada. Sí, se repondrá.
Levantarse. Dar las gracias. Despedirse. Salir,
cruzándose con nuevos visitantes en el zaguán.