La caída del régimen de Batista, en la que Castro no fue más que uno de los protagonistas, había suscitado una gran esperanza entre los cubanos. Muy pronto la monopolización del poder por Castro y sus hombres suscitó oposiciones. De izquierda a derecha: Pedro Luis Boitel, prisionero muerto durante una huelga de hambre en 1972; Humberto Sori Marín, fusilado tras intentar organizar la lucha armada contra su antiguo compañero Castro, y el poeta Jorge Valls, condenado a veinte años de prisión y liberado recientemente