El asesinato de Rudolf Klement[21]
20 de septiembre de 1938
A Su Excelencia, el magistrado investigador en el caso de la desaparición de Rudolf Klement.
Vuestra Excelencia:
Me he enterado de que la señora Jeanne Martin des Pallieres[22], intervino por iniciativa propia en la investigación de la desaparición de Rudolf Klement, despertando dudas sobre la validez de las declaraciones de los señores Pierre Naville y Jean Rous[23] respecto a las fotografías del cuerpo hallado en Melun.
Por supuesto, no estoy en condiciones de opinar sobre la identidad del cadáver y en consecuencia sobre el valor material del testimonio. Pero, Su Excelencia, considero que es mi obligación impostergable someter ante la Corte cierta información que le puede ser útil para evaluar el testimonio cuestionado.
Los señores Pierre Naville y Jean Rous conocían íntimamente a Rudolf Klement. Sus frecuentes reuniones y discusiones y el trabajo en común tienen que haberles dejado una impresión muy exacta de su apariencia, carácter y caligrafía.
La situación de la señora Jeanne Martin des Pallieres es muy diferente. Aunque fue la intima amiga de mi hijo menor, León Sedov[24], fue y es miembro de un grupo político extremadamente hostil a la organización de León Sedov, Rudolf Klement y los señores Pierre Naville y Jean Rous. Muchas veces expresó vivamente esta hostilidad, incluso cuando todavía vivía León Sedov. Desde su muerte ella quedó mental y moralmente inestable. Tanto las cartas que recibí de ella como muchos de sus actos lo prueban incuestionablemente. Además ella no conoció muy bien a Rudolf Klement. En una de sus cartas me preguntó sobre la identidad de «Camille», el nombre que usó Rudolf Klement durante un año. Al mismo tiempo albergaba un resentimiento personal contra este hombre al que apenas conocía. En las cartas que me envió habla de todo esto con mucha pasión.
El grupo político al que pertenece la señora Jeanne Martin des Pallieres tenía sus propias razones para sentirse resentido contra Rudolf Klement (ver su publicación La Commune). Para este grupo se ha vuelto una cuestión de honor demostrar que Rudolf Klement traicionó a su organización; pretenden apoyar la historia que utiliza la GPU para encubrir su crimen.
Su Excelencia, el único interés que me guía en este asunto es que se establezca la verdad sobre la suerte sufrida por el infortunado Rudolf Klement. Este interés me impulsó a hacer públicas revelaciones que en cualquier otra circunstancia hubiera preferido callar. No vi el cadáver hallado en Melun. Pero conocía a Rudolf Klement, a los señores Pierre Naville y Jean Rous y a la señora Jeanne Martin des Pallieres. Si tuviera que elegir entre el problemático testimonio de ésta y el de aquéllos, confiaría en este último.
Ruego a Vuestra Excelencia acepte mis más sinceros saludos.
León Trotsky