FÁBULA V

Los dos Loros y la Cotorra

(Los que corrompen su idioma no tienen otro desquite que llamar puristas a los que le hablan con propiedad, como si el serlo fuera tacha.)

De Santo Domingo trajo

dos Loros una señora.

La isla en parte es francesa,

y otra parte española.

Así, cada animalito5

hablaba distinto idioma.

Pusiéronlos al balcón,

y aquello era Babilonia.

De francés y castellano

hicieron tal pepitoria,10

que al cabo ya no sabían

hablar ni una lengua ni otra.

El francés del español

tomó voces, aunque pocas;

El español al francés15

casi se las tomó todas.

Manda el ama separarlos;

y el francés luego reforma

las palabras que aprendió

de lengua que no es de moda.20

El español, al contrario,

no olvida la jerigonza,

y aun discurre que con ella

ilustra su lengua propia.

Llegó a pedir en francés25

los garbanzos de la olla;

y desde el balcón de enfrente

una erudita Cotorra

la carcajada soltó,

haciendo del Loro mofa.30

Él respondió solamente,

como por tacha afrentosa:

Vos no sois que una PURISTA[1];

y ella dijo: A mucha honra.

¡Vaya que los loros son35

lo mismo que las personas!