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DIARIO DEL CAPITÁN, Enterprise, suplemento. Ingeniero jefe Montgomery Scott temporalmente al mando.

El capitán Kirk y el primer oficial Spock, junto con la zarana… eh… Sola Thane, continúan desaparecidos. Comunicaciones informa de que no ha habido contacto, a pesar del hecho de que Sola Thane estaba equipada con un transmisor. Los sondeos de la superficie del planeta realizados con los sensores son incapaces de distinguir las lecturas de las formas de vida de los tres, a causa del nivel extremadamente elevado de actividad biológica de fondo.

No disponemos de ningún medio para detectar o combatir la posesión de la tripulación de la Enterprise por parte de la Totalidad zarana o la Unidad del embajador Gailbraith. Personalmente, no estoy demasiado seguro de cuál es peor.

Por mi parte, creo que me encuentro libre de las dos, pero no estoy seguro de nadie más. Tal vez ni siquiera lo estoy de mí mismo. El doctor McCoy cree que existe un período de latencia durante el cual ni siquiera la víctima sabe o recuerda que han tomado posesión de ella. Las víctimas continúan actuando y pensando como antes, pero sus acciones pueden servir a la Totalidad de forma inconsciente, o les queda un blanco durante el momento en que les han hecho realizar algo.

Si eso fuese verdad, podría suceder que yo estuviera al mando de una nave de alienígenas que llevan todos los rostros de la familia.

McCoy entró en el puente a tiempo de oír el último dictado de Scott para el diario. Vio que Scott se volvía a mirarle con una ligera expresión de cautelosa especulación que decía: «¿Es usted uno de ellos?».

Luego Scott le hizo un gesto de asentimiento con la cabeza.

—¿Algún progreso? —preguntó.

McCoy advirtió que Scott ni siquiera utilizaba su nombre.

El médico negó con la cabeza.

—Tiene razón, Scotty. Yo podría ser Uno. O podría no serlo. Entre tanto, tal vez he ganado un poco de tiempo para los dos. ¿Hay alguna noticia sobre Kirk? ¿Spock? ¿Ella? —Vio que Scott negaba con la cabeza—. ¿O sobre la fortaleza de la Totalidad?

Scott suspiró.

—Es una bonita pieza de ingeniería. Como no volemos el planeta… o al menos hagamos entrar en erupción al volcán, yo diría que es inexpugnable…

—¿Y qué sucedería si hiciera entrar en erupción al volcán?

Scott se encogió de hombros.

—Por lo que sabemos, el capitán está sentado sobre él. O… dentro de él. Yo diría que la Totalidad dispondrá de un mecanismo auxiliar de huida. Transportador… y posiblemente una nave. Si los atacamos, es más que probable que un momento después los tengamos por todo el puente… si no lo están ya. —Se volvió y recorrió el puente con los ojos. Uhura estaba sentada ante el puesto de comunicaciones, con su aspecto oscuramente hermoso de siempre. Pero ¿era Una? Las comunicaciones serían uno de los principales objetivos.

McCoy miró a Scotty, que también podía ser Uno.

—Scotty —dijo con un tono lleno de intención—, voy a bajar. Si esos tres… o cualquiera de ellos… están con vida ahí abajo, antes o después acabarán por aparecer en el volcán. Y sabe Dios en qué estado se encontrarán. No pienso perderme eso.

—Y dígame, ¿con qué cuenta para que lo mantenga a usted con vida, doctor?

McCoy lo miró a los ojos.

—Voy a llevarme a Gailbraith. Y al señor Dobius.

—¿Qué? —exclamó Scotty—. Es probable que Gailbraith lo atrape para la Unidad en cuanto le ponga la vista encima. Y usted sabe con toda seguridad que Dobius ha sido poseído por Gailbraith y por la Totalidad. Aunque cómo esperan ellos que piense con dos cabezas, no lo sé.

—De eso se trata, Scotty. Es el único sobre el que puedo tener una seguridad razonable de que no está controlado completamente por la Totalidad. Mientras esté controlado por sí mismo o por Gailbraith, yo estaré a salvo. Y si necesitáramos hacer contacto con la Totalidad, probablemente sería a través de él. Por otra parte, es el candidato más seguro para sobrevivir ahí abajo.

—No me gusta, Leonard —declaró Scott.

—No se preocupe por mí, señor Scott —le dijo McCoy—. Según los cálculos de Gailbraith, en menos de dos horas la Totalidad tendrá el control absoluto de la Enterprise.

—Doctor —declaró Scotty—, tendrán que pasar por encima de mi cadáver.

—Eso —gruñó McCoy— es lo que temo.