II

Lord Alfred Douglas escribió el soneto que viene a continuación en 1901, meses después de la muerte de oscar Wilde. Lo publicó más tarde en su libro Sonnets, de 1909. El propio Douglas dijo —en nota a una recopilación de sus poemas— que el soneto se refería a Oscar Wilde.

EL POETA MUERTO

En sueños le vi la última noche. Su semblante

esplendoroso no tenía ya sombra de desgracia.

Y, como antaño, imponderable, musical,

yo oía su voz de oro, le veía descubrir

la gracia oculta de las cosas triviales

y conjurar los encantos incluso del vacío,

hasta vestir las cosas de belleza, cual de un ropaje,

y hacer de este mundo un lugar encantado.

Luego me vi ante herrumbrosa reja

llorando por la pérdida de palabras inexpresadas,

de cuentos olvidados, de misterios revelados a medias,

de ignotas maravillas que hubieran podido salir a la luz

y de pensamientos sin voz, semejantes a acuchillados ruiseñores.

Y al despertarme supe que él había muerto…

París, 1901