29
Jueves, 17 de junio [1897] 2 p. m.
Café Suisse, Dieppe
Mi queridísimo Muchacho,
Me he visto obligado a pedir a mis amigos que me dejen, pues estoy tan trastornado, tan angustiado y nervioso por la carta de mi abogado y el miedo de un serio peligro, que sencillamente debo estar solo. Me doy cuenta de que cualquier preocupación destroza mi salud, y me vuelve espantoso, irritable y descortés, aun cuando odio ser así.
Desde luego, nuestro encuentro es de momento imposible. Tengo que enterarme qué motivos tiene mi abogado para su súbita actuación y averiguar si tu padre —o mejor Q, única forma en que le conozco y pienso en él—, si Q ha vuelto a las andadas haciendo una escena o un escándalo, lo que destrozaría por completo mi posible futuro y alejaría a todos mis amigos de mí. Debo a mis amigos todo, incluida la ropa que llevo, y sería despreciable si hiciese yo algo que pudiera separarme de ellos.
Así es que sencillamente debemos escribirnos uno al otro: sobre las cosas que amamos, sobre la poesía y las embellecidas artes de nuestra época, y ese tráfico de ideas a imágenes que es la historia intelectual del arte. Pienso siempre en ti, y te amo siempre, pero precipicios de noche sin luna nos separan. Y no podemos atravesarlos sin peligros repugnantes que no tienen nombre.
Más tarde, cuando cese la alarma en Inglaterra, cuando sea posible el secreto y el silencio forme parte de la actitud del mundo, podremos encontrarnos, pero ya ves que ahora es imposible. Yo estaría incómodo, turbado, nervioso. No sería feliz dejando que me vieras como estoy ahora.
Debes irte a algún lugar donde puedas jugar al golf y recuperar tu lirio y rosa. No me telegrafíes, como los buenos chicos, a no ser que sea un asunto de vital importancia: la oficina de telégrafos está a siete millas, y tengo que pagar al facteur y además contestar; ayer, con tres diferentes facteurs y tres diferentes respuestas, me quedé sans le sou, y además trastornado y nervioso. Dile por favor a Percy que aceptaré una bicicleta agradeciéndole mucho su amabilidad: quisiera comprarla aquí, pues hay un gran campeón que enseña a quien quiera, y tiene además modelos ingleses. Costaría 15 £. Si Percy quiere enviarme 15 £ adjuntando nombre y dirección en un cheque, me haría muy feliz. Envíale mi tarjeta.
Siempre tuyo (estropeado y algo manco),
Oscar
Alarmados por el visible acercamiento entre Wilde y quien oficialmente era para ellos el causante de su infortunio —Bosie Douglas—, los amigos de Oscar obraron para asustarle, pidiendo además a su abogado que le escribiera en términos alarmantes. En realidad no ocurrió nada, pero el primer timbrazo amistoso causó su efecto, y Oscar —momentáneamente— echó marcha atrás.
Sans le sou: «sin un céntimo» en francés.
Percy es, naturalmente, el hermano de Lord Alfred.