Agradecimientos
La idea de esta novela nació en un pueblo de la costa de Donegal, en Irlanda, durante el año 2008. Yo vivía en Dublín en esa época y fui a pasar unas cortas vacaciones con unos amigos a una casa aislada junto al mar. Hubo rayos, accidentes y otras aventuras, pero nada de lo que aquí se cuenta; ni las ubicaciones ni los personajes se corresponden con la realidad.
Desde entonces, desde el primer germen de la idea al texto final, ha habido unas cuantas personas que han colaborado en la creación de La última noche en Tremore Beach. Quisiera, desde aquí, reconocer su importancia en la realización de esta obra.
En primer lugar, Ainhoa, mi novia, que jamás ha dejado de creer en la historia y siempre me ha dado buenísimos consejos para escenas y personajes. Es capaz de hacer eso y cocinar la cena al mismo tiempo, mientras yo ando con mi lapicero de un lado para otro hablándole de mis problemas. Gracias por tu infinita paciencia y por ser tan buena compañera y consejera literaria.
Mi madre Begoña y mi hermano Javi, que fueron los primeros en leer la obra, y quienes me dieron los primeros ánimos, comentarios y valiosas correcciones. Sus impresiones han ayudado mucho a perfilar personajes como Judie y Peter, y también la relación de Peter con sus hijos. Mi hermano Julen me dio grandes ideas sobre la «sensibilidad» de Peter Harper. Además, es el creador del magnífico book-trailer del libro, que se puede visualizar en internet.
Gracias también a Pedro Varela y Laura Gutiérrez, doctores y amigos, que me ayudaron con los aspectos médicos de la historia. He tratado de ajustarme al máximo a los procedimientos hospitalarios y psiquiátricos que ellos me explicaron (además de los términos farmacológicos) pero, en honor al relato, he podido tomarme alguna licencia de la cual me hago absolutamente responsable.
Quiero agradecer también a mi agente, Bernat Fiol, que apostó por la historia y también hizo algunos comentarios que han ayudado a hacerla más dinámica y fuerte.
A mi editora, Carmen Romero, de Ediciones B, que propuso el gran título que ha terminado llevando la obra y que redondeó la historia con unas sugerencias muy acertadas.
Y, para finalizar, a todos los lectores y lectoras que me habéis escrito durante estos dos años dando ánimos y preguntando por «lo siguiente». Bueno, pues esto era lo siguiente. Espero que os haya gustado.
MIKEL SANTIAGO,
Ámsterdam, enero de 2014