13 El día 29 de febrero de 2004 la Guardia Civil detuvo en Cañaveras a Gorka Vidal e Irkus Badillo, cuando se dirigían a Madrid con una furgoneta cargada con más de 500 kilos de explosivos (506 kilos de cloratita, 30 de dinamita Titadyn, 90 metros de cordón detonante y un temporizador), que pretendían hacer estallar en el Corredor del Henares y que hubiera producido una masacre. Al conocerse esta detención, desde las filas socialistas se acusó al gobierno de oportunismo político en vísperas de las elecciones generales del 14 de marzo. Los etarras fueron condenados por la Audiencia Nacional a 27 años de cárcel por los delitos de integración en organización terrorista, conspiración de estragos terroristas y transporte de artefactos explosivos. Se da la circunstancia de que mientras el Chino y sus secuaces viajaban a Madrid el día 29 de febrero con la dinamita robada en Mina Conchita, al mismo tiempo entraban en España los dos miembros del comando Gaztelu con su mortífera carga explosiva. Por supuesto, el gobierno de Rodríguez Zapatero atribuiría este hecho a una pura casualidad.