8 Como en todo lo que rodea al atentado del 11-M siempre surgen dudas sobre lo que realmente ocurrió. Cuando el juez Del Olmo levantó el secreto del sumario, lo que hizo progresivamente desde finales de 2004, se conocieron informes y testimonios que revelaban la inexactitud de muchas de las cosas que se dieron por ciertas desde el mismo día del atentado. Es verdad que Telemadrid avisó al 091, pero una de las vigilantes de seguridad de la cadena se acordó de que su padre, José Vicente Ayala, policía en segunda actividad, tenía su domicilio en las proximidades de la mezquita. Avisado por su hija, llegó antes que sus compañeros y, con gran sigilo, revisó la papelera situada junto a un quiosco de helados hasta que descubrió una cinta de vídeo en el interior de un guante de lana de niño, de color azul. Con la cinta en la mano le encontraron los agentes de policía enviados como consecuencia del aviso de Telemadrid. Los autores del vídeo habían escrito a mano «MUY URGENTE». El estudio posterior de la Policía Científica reveló que la cinta se había adquirido en la tienda de los hindúes detenidos esa misma tarde y no se encontró en ella ninguna huella de la que pudiera desprenderse la participación de los miembros de la célula que el 3 de abril se suicidaría en Leganés. La grabación se había realizado la misma tarde del 11-M, entre las 17.01 y las 17.03. Se informó al juez de que el lector del comunicado tenía la voz de Jamal Ahmidan, alias el Chino, pero uno de sus hermanos no reconoció su voz en el juicio oral. Todas estas cosas las pudo conocer el juez Del Olmo muchos meses después. Resulta extraño que los terroristas hubieran tardado más de 48 horas en reivindicar el atentado, porque la noticia difundida por la agencia Reuters a las 21.30 del día 11 de marzo, que informaba de un comunicado firmado por una organización islámica denominada Las Brigadas de Abu Hafs atribuyéndose el atentado de Madrid, resultó ser rotundamente falsa. Por todo esto, hay quien tiene serias dudas, no sobre la existencia de la cinta encontrada junto a la mezquita de la M-30, sino sobre su autenticidad.