NOTA

Donald Westlake, bien conocido de los lectores de Etiqueta Negra, publicó Atraco al banco (Bank shot) en 1972. Dos años después era llevada al cine con éxito por Gover Champion, con George C. Scott en el papel principal. En ese momento, Westlake (Brooklyn, 1933) estaba a punto de cumplir los 40 años y tenía 42 libros publicados. Era un doble «best-seller», bajo su firma y como Richard Stark, nombre bajo el que había producido una docena de novelas ásperas de la serie Parker, algunas de las cuales habían pasado con éxito la prueba del cine (por ejemplo, A quemarropa); había experimentado con un par de fórmulas más, no triunfadoras, escribiendo novelas de detectives privados bajo la firma Tucker Coe y una novela menor firmada Timothy J. Culver. Era una ganador en la «carrera de ratas» del mundo de la literatura popular norteamericana, y, sin embargo, continuaba experimentando.

En una entrevista concedida a Polar en 1982, decía:

«Cuando escribo soy un circo. Soy el malabarista, soy el león, soy los osos, los acróbatas, soy los payasos. Me divierto tanto como ustedes mirando al que hace acrobacias. Hacer malabarismos es lo mejor que hay en el mundo. Espero que este placer que me produce se transmita en mis libros. Los escritores que me gustan son los que me producen la misma impresión cuando los leo. Ellos son también por sí solos un circo y nos dicen estad atentos a lo que hago y soy capaz de hacer. Si ellos se divierten, son capaces de divertir también

Este placer westlakiano está en la médula de su literatura. El goce de la lectura brilla aquí como en pocos autores de la serie negra, y junto a él la capacidad de Westlake de renovarse, de buscar nuevos ángulos a su producción.

Etiqueta Negra ha editado varias novelas de Donald Westlake: ¿Por qué yo? (EN 1) Policías y ladrones (EN 6), Un gemelo singular (EN 39) Adiós Sherezade (EN 45) y Un diamante al rojo vivo (EN 50)

PIT II