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Si mañana fueras a visitar diez o doce semilleros de talento, te sorprendería el tiempo que los alumnos pasan observando a quienes actúan. Y cuando digo «observando» no me refiero a una forma pasiva de mirar. Me refiero a una observación concentrada, a esa mirada fija, sin parpadear, que apreciamos en los gatos hambrientos y en los recién nacidos.

Todos vivimos con un «parabrisas» de personas frente a nosotros; una de las claves para encender nuestra motivación es llenar nuestro parabrisas con imágenes muy vívidas de nuestro yo futuro y observarlas todos los días. Existen estudios que demuestran que incluso una conexión breve con un modelo de actuación sirve para potenciar enormemente la motivación inconsciente. Por ejemplo, saber que el día de nuestro cumpleaños coincide con el de un matemático puede incrementar en un 62 % la cantidad de tiempo que estamos dispuestos a dedicar a la resolución de tareas matemáticas complejas.

Muchos semilleros de talento se alimentan de este fenómeno del parabrisas. En 1997 no había mujeres golfistas surcoreanas en el torneo de la Asociación Profesional de Golf Femenino (la LPGA). Hoy son más de cuarenta, y obtienen victorias en un tercio de todas las competiciones. ¿Qué ocurrió? Una golfista consiguió una victoria (Se Ri Pak, que ganó dos torneos importantes en 1998) y, gracias a ella, centenares de niñas surcoreanas fueron iluminadas con la visión de su yo futuro. Como expresó la golfista surcoreana Christina Kim: «Te dices a ti misma: “Si ella puede, ¿por qué no yo?”».

Los parabrisas actúan de igual modo en personas adultas. El Grupo 5 de las Fuerzas Especiales de los Boinas Verdes inició recientemente un programa de adiestramiento en liderazgo en el que los soldados debían pasar varias semanas en los despachos ejecutivos de la empresa General Electric. Los soldados acudían a las oficinas todas las mañanas y acompañaban a los ejecutivos durante toda su jornada laboral, sin otra responsabilidad que la de observar, simplemente. Cuando regresaban a su unidad, los mandos notaban que su rendimiento y su capacidad de comunicación y de liderazgo había mejorado espectacularmente. «Fue, sin duda, un éxito —comentó el teniente coronel Dean Franks, al mando del batallón del Grupo 5—. Nos planteamos desarrollar muchas otras iniciativas como esta en el futuro.»

Piensa en tu parabrisas como en una fuente de energía para tu cerebro. Recurre a imágenes (las paredes de muchos semilleros de talento están tapizadas de fotos y carteles de sus estrellas) o, mejor aún, a videos. Una sugerencia: guárdate en los «Favoritos» de YouTube videos, y obsérvalos antes de tus prácticas, o por la noche, antes de acostarte.